Estados Unidos, tras el décimo hundimiento de una lancha de presuntos narcotraficantes, con otros seis muertos, recrudeció este viernes la tensión en aguas del Caribe al anunciar el envío a ese territorio de uno de sus mayores portaviones.
El Gerald Ford se encuentra en el Mediterráneo, en aguas de Croacia, y cuenta con un equipo de cinco destructores. En principio se desplazará con tres de estos buques.
El despliegue ordenado por el secretario del Departamento de Guerra, Pete Hegseth, se realiza para “reforzar la capacidad de detectar, controlar y destruir a los actores ilícitos y las actividades que comprometen la seguridad y la prosperidad de Estados Unidos”, informó el portavoz del Pentágono Sean Parnell, en las redes sociales.
EE.UU. hunde en el Caribe de otra supuesta narcolancha con seis muertos
No estaba claro en qué fecha llegarán a su nuevo destino, pero este movimiento supone la mayor escalada militar en esa zona desde que empezó la pugna del presidente Donald Trump. Ahí ya disponen de ocho buques, más un submarino de energía nuclear, con cerca de 10.000 efectivos. El Ford lleva un equipo de bombarderos y alrededor de 5.000 militares.
No hay tregua y la administración Trump también anunció sanciones al presidente de Colombia, Gustavo Petro, su esposa, Verónica del Socorro Alcocer, su hijo Nicolás y el ministro de Interior, Armando Benedetti. “Petro ha permitido el florecimiento de los carteles de la droga y rechazado parar esta actividad”, se lee en el comunicado del Departamento de Tesoro. “El presidente Trump adopta fuertes medidas para proteger nuestra nación y dejar claro que no toleraremos el tráfico de drogas”, añadió.
La operación nocturna de este viernes supuso el hundimiento de un bote donde murieron seis personas
Esto potencia el choque con Colombia, cuyo presidente reitera la denuncia del crimen que supone atacar botes por su supuesto narcotráfico. Petro dijo el pasado fin de semana que Trump es un ignorante y este viernes replicó a las sanciones. “Luchar contra el narcotráfico durante décadas y con eficacia me trae esta medida del gobierno de la sociedad que tanto ayudamos para detener sus consumos de cocaína”, declaró Petro.
Horas antes, Hegseth divulgó el décimo hundimiento de una supuesta narcolancha, otra vez en el Caribe tras un par de incursiones al este del Pacífico.
Desde que Trump declaró la guerra a los presuntos narcotraficantes, ya se cuentan al menos 43 muertos en esos ataques. “Estos cárteles de la droga son la Al Qaeda de nuestro hemisferio”, consideró Hegseth. “Los encontraremos y los mataremos, hasta que la amenaza al pueblo estadounidense se extinga”, reiteró.
El pacificador Trump prometió el jueves desde el despacho oval que “los perseguiremos y los vamos a matar”.
El Ministerio de Guerra distribuyó un vídeo en el que se observa el nuevo bote en la diana y la caída de un misil, si bien la imagen se interrumpe antes del acabar el impacto. Hegseth atribuyó la embarcación destruida a la banda venezolana el Tren de Aragua. En su comparecencia en la Casa Blanca, el presidente repitió que el transporte de drogas a través de lanchas estaban bajo control, que prácticamente habían desparecido, por lo que el ejército se disponía a lanzar ataques terrestres.
El Pentágono ya ha enviado también cerca de Venezuela bombarderos B-1, una medida que busca intimidar a los presuntos traficantes de drogas, pero también al presidente chavista Nicolás Maduro.
Los B-1 pueden volar a velocidad supersónica y disponen de mucha más capacidad para cargar bombas que ningún otro bombardero de EE.UU.
Pese a que Trump dijera que el tráfico marítimo relacionado con las drogas se había reducido, lo cierto es que en los últimos días se ha acelerado el número de operaciones marítimas.
Hegseth recalcó que la misión del viernes se registró en aguas internacionales y alardeó de que era la primera que se producía de noche. “Nuestra inteligencia descubrió que la embarcación estaba implicada en el contrabando de narcóticos ilegales, navegando por una conocida ruta”, subrayó.
Maduro acusa a EE.UU. de “inventar una guerra”
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, acusó el viernes a Estados Unidos de “inventar una guerra” contra su país, denunciando el despliegue estadounidense en el Caribe, oficialmente para combatir el narcotráfico.
“Están inventando una nueva guerra eterna. Prometieron no volver a la guerra y están inventando una guerra que evitaremos”, declaró el líder en un discurso por radio y televisión. Estados Unidos “está inventando una narrativa extravagante, vulgar, criminal y completamente falsa”, afirmó Nicolás Maduro. “Venezuela es un país sin producción de hoja de coca, sin producción de cocaína, y lograremos eliminar al 100% el paso de un minúsculo 5% del narcotráfico colombiano”, añadió.
Expertos legales y legisladores cuestionan la legalidad de estos bombardeos y remarcan que no existe ni la constancia de que sean narcotraficantes, ni que estas intervenciones hayan acabado con narcos relevantes.
Pese a las comparaciones de Hegseth con el terrorismo islámico, lo cierto es que los dos supuestos narcotraficantes que han sobrevivido fueron entregados a su país de origen, que los dejaron en libertad.


