La guerra al narco en el Caribe lanzada por Estados Unidos no solo afecta a Venezuela. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó el convencimiento de su Gobierno de que también han muerto compatriotas en esos bombardeos a las lanchas.
En un comunicado, Petro indicó que “existen indicios” de que ciudadanos colombianos han muerto en esas pequeñas embarcaciones, si bien no dio prueba alguna de esa situación. “Un nuevo frente de guerra se ha abierto: el Caribe”, recalcó.
Colombia requirió información adicional sobre esos bombardeos. El Gobierno de EE.UU. no ha identificado a los que iban en los botes.
Esto no hace más que complicar las relaciones entre Washington y Bogotá. A finales del mes pasado, en su visita a Nueva York por la Asamblea General de la ONU, Petro tuvo que marcharse al serle retirado el visado después de alentar a las tropas estadounidenses a desobedecer órdenes de actuar “contra la humanidad” durante una manifestación a favor de Palestina.
Pero el conflicto hostigado por Trump contra el régimen de Maduro, calificado de narcoterrorista, no parece que vaya a concluir.
El Senado de Estados Unidos, bajo control republicano, secundó la guerra (literal) a las drogas abierta por el presidente Donald Trump.
Aunque algunos expresaron dudas sobre la legalidad de hundir buques, con al menos 21 muertos, la mayoría conservadora votó en contra de una propuesta demócrata que habría supuesto restringir las operaciones y prohibir el uso de esa fuerza letal en las aguas internacionales del Caribe sin la autorización previa del Congreso.


