Apenas unas horas después de que Lituania cerrase indefinidamente su frontera con Bielorrusia, el Gobierno de Alexánder Lukashenko ha calificado la decisión de ser una “provocación”, según ha comunicado el ministerio de exteriores. El país del báltico ha decidido cerrar la frontera después de que haya detectado varios globos de contrabando procedentes de Bielorrusia, lo que ha provocado el cese de operaciones en el aeropuerto internacional de Vilna durante tres noches seguidas y cuatro veces en una semana.
Además del cierre de fronteras, la primera ministra lituana, Inga Ruginiene, anunció que su país comenzará a derribar los globos de contrabandistas. Ruginiene ha acusado directamente al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, aliado cercano del presidente ruso, Vladímir Putin, por no detener esta práctica. En sus declaraciones, la líder lituana ha calificado los incidentes de “ataques híbridos”, y ha defendido las medidas actuales: “Hoy hemos decidido tomar las medidas más estrictas. No hay otra manera”, ha expresado Ruginiene.
El espacio aéreo de Lituania se ha visto alterado en numerosas ocasiones esta última semana. El pasado jueves, el país afirmó que dos aviones militares rusos habían entrado en su espacio aéreo durante unos 18 segundos, lo que provocó una protesta formal y una reacción de las fuerzas de la OTAN, mientras que Rusia negó el incidente.


