El primer ministro húngaro, Viktor Orbán buscará esquivar las sanciones recientemente anunciadas por Washington contra el petróleo ruso, en su reunión con el presidente Donald Trump prevista para la próxima semana. Hungría, junto a Eslovaquia —ambos aliados de Rusia— han conseguido hasta ahora mantener las importaciones de combustibles fósiles rusos tras la invasión a gran escala de Ucrania pese a las sanciones impuestas por la UE, y en el caso de Orbán incluso ha aumentado la proporción de petróleo ruso en su mix energético.
Orbán argumenta que la economía húngara colapsaría al no tener alternativas viables
La administración Trump dio a conocer la semana pasada sanciones contra las principales empresas petroleras estatales rusas, Rosneft y Lukoil, una medida que podría exponer a sus compradores extranjeros —incluidos clientes de la India, China y Europa Central— a sanciones secundarias. Además, ha presionado a los líderes de los países miembros de la OTAN para que dejen de adquirir petróleo ruso, como es el caso de Turquía a quien el republicano ofreció la oportunidad de comprar cazas F-16 y el levantamiento de restricciones para los F-35 a cambio de que Erdogan cortara lazos con Rusia.
Sin embargo, Orbán lleva mucho tiempo argumentando que Hungría, país sin litoral, no tiene alternativas viables al crudo ruso y que sustituir esos suministros provocaría un colapso económico. El primer ministro ya advirtió de estas consecuencias para la economía húngara a Trump, asegurándole que serían “desastrosas”. “Tenemos que hacer comprender a los estadounidenses esta extraña situación si queremos excepciones a las sanciones estadounidenses que están afectando a Rusia”, detalló Orbán sobre la postura con la que acudirá a su reunión en el despacho oval.
Pese a su cercanía con el Kremlin, Orbán se ha situado también como uno de los grandes aliados de Trump en Europa, siendo uno de los principales abanderados de las políticas ‘anti-woke’ y en defensor de los valores cristianos y tradicionales. La buena relación con los dos líderes lo situaban como el principal candidato a acoger una futura reunión entre Trump y Putin, que recientemente ha sido cancelada por la Casa Blanca ante la “poca voluntad de negociar” del Kremlin, quien se muestra inflexible ante sus condiciones en cuanto a Ucrania.


