El papa León XIV pidió este domingo que la comunidad internacional intervenga ante la situación de “sufrimiento inaceptable” que se vive en Sudán, país azotado por una sangrienta guerra civil que en los últimos días se ha recrudecido con ejecuciones y violaciones masivas durante la toma rebelde de la ciudad de El Fasher.
Al final de su oración del ángelus en la plaza de San Pedro, el Pontífice aseguró que seguía con “gran dolor” las informaciones sobre las masacres que se están produciendo en la capital de Darfur Norte, y denunció “la violencia indiscriminada contra mujeres y niños, los ataques contra civiles indefensos y los graves obstáculos a la acción humanitaria”, los cuales no hacen más que empeorar el padecimiento de las víctimas de la contienda.
Abrir un corredor humanitario y declarar el alto el fuego
“Esto es inaceptable para una población ya agotada tras largos meses de conflicto”, afirmó León XIV, quien hizo un llamamiento a las partes implicadas “para que se declare un alto el fuego y se abran con urgencia corredores humanitarios”. Asimismo, el Papa instó “a la comunidad internacional a que intervenga con generosidad decisiva para ofrecer asistencia y apoyar a quienes trabajan para que continúe su labor”.
El Fasher, que acogía a cientos de miles de desplazados por el conflicto sudanés, estaba bajo asedio del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) desde mayo del 2024. El pasado domingo cayó en manos de los rebeldes, que de esta forma ya le han arrebatado al ejército sudanés el control de todas las grandes ciudades de Darfur, y desde entonces varias organizaciones y autoridades locales han denunciado asesinatos masivos de civiles dentro de la ciudad, así como de personas que intentaban refugiarse en zonas más seguras.
Una de las peores matanzas tuvo lugar en el Hospital Materno Saudí, donde los paramilitares asesinaron a más de 460 pacientes y acompañantes, según denunció la Organización Mundial de la Salud, que se mostró “horrorizada y profundamente conmocionada” por la masacre. En un vídeo grabado en el centro hospitalario, se puede observar un pasillo cubierto de cadáveres y cómo un miliciano ejecuta a un hombre de un disparo en la cabeza.
La Red de Médicos de Sudán denunció este domingo que las FAR siguen deteniendo a civiles y mantienen bloqueada la salida de Al Fasher, y que los milicianos “han devuelto por la fuerza a varios de los que huyeron a la ciudad, incluyendo a personas heridas de bala al intentar escapar y otras que sufren de desnutrición”.
El recrudecimiento de esta guerra, iniciada en abril del 2023, motivó el pasado jueves una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, que condenó las “atrocidades” cometidas por los paramilitares en El Fasher. En un comunicado conjunto, los miembros del Consejo exigieron asimismo el cese inmediato de los combates y subrayaron la urgencia de proteger a la población civil y el cumplimiento irrestricto del derecho internacional humanitario.
El conflicto ha provocado decenas de miles de muertes, ha obligado a más de trece millones de personas a huir de sus hogares y ha convertido al país africano en el escenario de la peor crisis humanitaria del planeta, ya que la mitad de la población se enfrenta a una inseguridad alimentaria grave, según datos de Naciones Unidas.

