Millones de estadounidenses se dirigen este martes a las urnas para las elecciones más trascendentales en los últimos nueve meses, desde que Donald Trump regresó en enero a la Casa Blanca. En las ciudades de Nueva York, Mineápolis y Seattle, entre otras, y en los estados de Nueva Jersey, Virginia y California, de mayoría demócrata, los votantes pondrán a prueba el apoyo al presidente, pero sobre todo a un Partido Demócrata desorientado y en busca de una estrategia nacional para reconstruirse.
El joven socialista Zohran Mamdani, con un estilo comunicativo revolucionario, lidera a sus 34 años la intención de voto a la alcaldía de Nueva York, alrededor del 50%, frente al ex gobernador del Estado, Andrew Cuomo (que se presenta como independiente tras perder las primarias) y el republicano Curtis Sliwa. Mamdani, un inmigrante ugandés naturalizado, musulmán y antisionista, promete subir impuestos a los ricos para pagar autobuses gratuitos en la ciudad, así como guarderías públicas y una congelación de los alquileres, entre otras medidas de izquierdas en la capital financiera del país.
Aunque el resultado de las elecciones de Nueva York no es representativo de la realidad del país, las decisiones de sus líderes sí influyen en el debate nacional. Si gana Mamdani, no solo se convertirá en el primer alcalde millenial y musulmán, también sacudirá al establishment demócrata y se convertirá en el nuevo chivo expiatorio de Trump en su guerra contra las ciudades progresistas.
Ayer, en su último gran acto previo a la votación, cruzó durante el amanecer a pie el puente de Brooklin hasta el ayuntamiento, con un mensaje renovador: “Seremos la luz que nuestra ciudad y país necesitan tan desesperadamente”. Su discurso fue un desafío directo a Trump y a Cuomo, que recibió el domingo el apoyo del presidente en una entrevista con 60 Minutes , en la CBS.
En Nueva York, el socialista Mamdani promete resistir a Trump en su pugna con las urbes demócratas
En los comicios de California, los ciudadanos también tomarán una decisión con repercusiones nacionales. Hoy se vota la iniciativa del gobernador Gavin Newsom, probable candidato demócrata a las presidenciales del 2028, de redibujar los distritos congresuales de estado. La medida, que podría ayudar a los demócratas a sacar hasta cinco escaños representados hoy por republicanos, es una respuesta a la manipulación de mapas electorales que ha realizado la derecha en varios estados republicanos, como Texas, Carolina del Norte y Misuri.
La batalla del gerrymandering , la técnica que consiste en redibujar distritos para obtener beneficio político, determinará el resultado de las próximas legislativas, dentro de un año, que definirán la nueva composición de la Cámara de Representantes, donde hoy los republicanos tienen una estrecha mayoría. “De eso se trata: de que los demócratas recuperemos la iniciativa, que nos pongamos de nuevo en pie, que recuperemos nuestra energía”, dijo Newsom el sábado en un acto final de campaña en Los Ángeles junto a la excandidata Kamala Harris.
Anoche, después del cierre de esta edición, Trump tenía previsto participar telemáticamente en dos actos de campaña en Nueva Jersey y Virginia, donde los residentes elegirán a sus próximos gobernadores. La candidata demócrata de Virginia, la excongresista Abigail Spanberger, se presenta con un perfil opuesto a la idea que representa Mamdani, a quien ha criticado abiertamente. Con su historial moderado en el Capitolio, tratará de batir a la vicegobernadora republicana Winsome Earle-Sears. Sea cual sea el resultado, el estado tendrá a su primera mujer gobernadora.
California vota la iniciativa de Newsom para contrarrestar la manipulación de mapas electorales republicanos
En Virginia, residen muchos de los funcionarios que trabajan en Washington, por lo que son especialmente visibles las consecuencias del actual cierre de gobierno, que ya ha cumplido un mes y este miércoles se convertirá en el más largo en la historia. Las elecciones se enmarcan también, de este modo, en el debate nacional sobre quién tiene la responsabilidad de que la Administración lleve tanto tiempo sin financiación debido al bloqueo en el Senado.
Un mes después, los impactos del cierre de gobierno, que ha dejado a cientos de miles de funcionarios sin suelto ni empleo, ya se han expandido a gran parte de la población. Este fin de semana expiró el dinero para el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, del que dependen 42 millones de estadounidenses, uno de cada ocho.
La situación seguirá agravándose hasta que demócratas y republicanos alcancen un acuerdo para financiar al gobierno. El Partido Demócrata se niega a aprobar la propuesta republicana porque no hay en ella provisiones para extender los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible (conocida como Obamacare), que expiran a final de año, así como revertir los recortes republicanos al seguro de salud público Medicaid (para personas de bajos ingresos y discapacitadas). Pero los republicanos no han mostrado hasta ahora ninguna apertura a negociar para resolver sus preocupaciones.
En Nueva Jersey, se disputan este martes el cargo de gobernador la congresista demócrata Mikie Sherrill, de un perfil moderado, con el empresario republicano Jack Ciattarelli. Su carrera electoral se ha centrado en un asunto que ya fue crucial en las elecciones del pasado noviembre y que vuelve a ser el telón de fondo de todos los comicios de este martes: el elevado coste de la vida. Sherrill parte con ventaja en este estado de tendencia progresista, pero las encuestas muestran una contienda cada vez más ajustada. Los conservadores confían en que la popularidad de Trump les dé una victoria sorpresa.
La Casa Blanca es consciente de que, aunque en ninguna de estas elecciones está en juego su capacidad de sacar adelante su agenda en Washington, todas ellas ponen a prueba su acción de gobierno. En un contexto de creciente polarización, dos semanas después de que millones de estadounidenses salieran a las calles de los 50 estados para protestar contra el “rey” Trump, el departamento de Justicia ha anunciado que enviará a funcionarios a “supervisar centros de votación” en seis condados de California y Nueva Jersey, una táctica que Newsom ha calificado como un intento de intimidación y supresión de votantes.
Para los demócratas, estas elecciones servirán como un ensayo para comenzar a definir el rumbo de su partido de cara a las legislativas del próximo año. Los resultados que obtengan perfiles más desafiantes, como Mamdani o Newsom, y más moderados, como Spanberger y Sherrill, serán un examen para las dos almas que conviven en el partido.




