Las autoridades alemanas han prohibido la asociación islamista Muslim Interaktiv, acusándola de incurrir en actividades anticonstitucionales al pedir la instauración de un califato. En virtud de esta medida, este colectivo –que organiza manifestaciones y es muy activo en redes sociales– se disolverá y se le confiscarán sus bienes.
Esta mañana, la policía registró varias propiedades del grupo en ciudades como Hamburgo y Berlín, y también realizó redadas contra otros dos asociaciones similares, Generation Islam y Realitaet Islam, según informó el Ministerio del Interior en un comunicado.
Fundado en el 2020, Muslim Interaktiv atrajo la atención nacional en abril del año pasado por una manifestación en Hamburgo con 1.000 asistentes en la que se pudieron ver pancartas con lemas como “El califato es la solución”. Con unos 19.000 seguidores en TikTok y YouTube, la asociación comenzó a preocupar a las autoridades por su capacidad para atraer especialmente a jóvenes musulmanes que pueden sentirse marginados o discriminados en la sociedad alemana.
Amenaza al orden constitucional
Según el Gobierno, Muslim Interaktiv buscaba adoctrinar al mayor número de personas para “crear enemigos”
Según el Gobierno, el grupo constituía una amenaza porque promovía el islam como el único modelo de orden social y sostenía que la ley islámica debía prevalecer sobre la ley alemana, incluso en áreas como el trato a las mujeres. Asimismo, buscaba adoctrinar al mayor número de personas posible y “de este modo crear enemigos permanentes de la constitución para socavar continuamente el orden constitucional”.
“No permitiremos que organizaciones como Muslim Interaktiv socaven nuestra sociedad libre con su odio, desprecien nuestra democracia y ataquen nuestro país desde dentro”, afirmó por su parte el ministro de Interior, Alexander Dobrindt, quien agregó que la “intolerancia” de la asociación recién prohibida resultaba “incompatible con la democracia y los derechos humanos”.
Las tensiones entre el Gobierno alemán y la comunidad musulmana han aumentado a raíz del apoyo sostenido de Berlín a Israel desde los ataques del 7 de octubre de 2023 que desencadenaron la guerra en Gaza. El canciller Friedrich Merz las agitó de nuevo el mes pasado con unos comentarios que, según sus críticos, sugerían que los hombres musulmanes son un problema en muchas ciudades, y que eran necesarias más deportaciones.
