La administración Trump anunció ayer que reducirá el tráfico aéreo en un 10% en 40 de los aeropuertos más concurridos de EE.UU. como consecuencia del cierre del Gobierno federal. La medida, que no tiene precedentes y que está previsto que se aplique a partir de este viernes, podría obligar a las aerolíneas a cancelar miles de vuelos, tanto de carga como de pasajeros comerciales. La Casa Blanca evitó concretar qué aeropuertos se verán afectados, pero avisó que las restricciones se mantendrán vigentes el tiempo que sea necesario.
Desde que comenzó el cierre gubernamental, el pasado 1 de octubre, se temía por las graves afectaciones que podía sufrir el transporte aéreo, utilizado a diario por millones de viajeros. Pero, a pesar de que el shutdown ya ha alcanzado la cifra histórica de 36 días y está obligando a 13.000 controladores aéreos a trabajar sin sueldo, el sistema se ha mantenido en gran medida operativo, si bien se han registrado múltiples retrasos y cancelaciones.
Ahora, sin embargo, la administración Trump está preocupada por el “caos generalizado” que puede surgir si el cierre se prolonga, como advirtió a inicios de esta semana el secretario de Transporte, Sean Duffy.
Ayer, el responsable de la Administración Federal de Aviación (FAA), Bryan Bredford, dijo que se quiere evitar que la creciente presión sobre los controladores aéreo llegue a un punto crítico. “No vamos a esperar a que un problema de seguridad se manifieste plenamente cuando los primeros indicadores nos dicen que podemos tomar medidas hoy mismo para evitar que la situación empeore”, declaró.
Aerolíneas como United, Southwest y American ya han anunciado que intentarán minimizar el impacto en los consumidores reduciendo sus itinerarios. El sector hace tiempo que está en guardia por la prolongación del cierre gubernamental. Se calcula que más de 3,2 millones de pasajeros se han visto afectados por retrasos o cancelaciones de vuelos debido a la merma de controladores aéreos. Según la FAA, el pasado martes, entre el 20% y el 40% de los controladores de los 30 mayores aeropuertos del país no se presentaron a trabajar.


