El alcalde electo de Nueva York, Zohran Mamdani, optó por el cóctel anti Andrew Cuomo, su gran rival en las urnas, para hacer la ruta de transición al gobierno de la ciudad.
Mamdani, de 34 años, socialista demócrata y musulmán, algo nunca visto en Gracie Mansión, se ha rodeado de cinco mujeres y gente experimentada procedente de otras administraciones locales o la federal.
Elana Leopold y Melanie Hartzog, dos figuras principales del equipo de Mamdani, el miércoles
A rebufo de su elección, el próximo alcalde de la Gran Manzana reitera su promesa de subir impuestos a los ricos
Su elección supone un giro radical, que atemoriza a los multimillonarios. El republicano Mike Johnson, presidente del Congreso, lo calificó de “marxista que lleva a Nueva York por un camino peligroso”. Pero su primer paso consistió en buscar un efecto tranquilizador. Recurrió a nombres que han estado con los alcaldes Michael Bloomberg, Eric Adams, o Bill de Blasio e incluso en el ejecutivo de Joe Biden.
Frente a la acusación de pardillo, un equipo de veteranas en el servicio público.
Cuomo, que se ha mostrado tan mal perdedor como Donald Trump –los dos (mal) criados en el distrito neoyorquino de Queens– y ni se ha dignado en llamar para felicitar al joven rival (sí lo hizo el republicano y testimonial Curtis Sliwa), se vio obligado a renunciar al cargo de gobernador del estado de Nueva York después de que una treintena de colaboradoras le denunciaran por acoso sexual.
Si recurrir a mujeres ya es llamativo y una declaración de principios, esta idea se refuerza por el nombre de las elegidas y su larga trayectoria en la gestión para los ciudadanos, sin miedo a confrontar a los ricos.
Uno de los argumentos más repetidos por Cuomo, y que más caló en la calle entre sus partidarios, consistió en acusar a Mamdani de joven y de inexperto. Eso en verdad no fue más que pegarse un tiro en el pie puesto que el candidato demócrata logró la movilización de los jóvenes como pocas veces y cada que vez que el aspirante independiente los citaba como una tara, no hacia más sumar adeptos para el contrincante.
Los votantes de Mamdani también tenían aprendida la lección. Por lo general respondían que el alcalde no está solo y que si su candidato es joven, sabría rodearse de expertos. “La poesía de la campaña ha llegado a su fin, pero la bella prosa del gobierno no ha hecho más que empezar”, dijo Mamdani en su primera rueda de prensa tomando la frase de Mario Cuomo, padre del derrotado.
Además de que en su día recalcó que le pediría a Jessica Tish que continúe como jefa de la policía (NYPD), con lo que trató de frenar a sus críticos por sus peticiones, hace unos años, de retirar financiación a los uniformados, Mamdani se adentró en la prosa al colocar como directora ejecutiva del equipo de transición a Elana Leopold, forjada en el terreno local con De Blasio, que ha sido una de sus asesoras durante la carrera electoral.
Junto a ellas figuran cuatro copresidentas. Una de las más significativas es Lina Khan, que también ha colaborado en la campaña. Fue la presidenta de la Comisión Federal de Comercio (FTC) con el presidente Biden y se marchó antes de que la echara Trump. Ganó fama por la aplicación de las leyes antimonopolio, por lo que denunció a Meta y Amazon por eliminar la competencia. Cultivó enemigos como Elon Musk o el confundador de Linkedin, Reid Hoffman. Su agresividad contra el monopolio la convirtió en admirada tanto por demócratas como por republicanos populistas.
Otras copresidentas son Maria Torres-Springer, que renunció a su cargo de primera teniente de alcalde de Adams cuando a éste lo inculparon por corrupción, y a su lado Melanie Hartzog, también fogueada en la Casa Grande como teniente de alcalde con De Blasio, administración donde ejerció previamente en la oficina de gestión del presupuesto. La cuarta de esta lista de copresidentas es Grace Bonilla, que pasó por los gobiernos de Bloomberg (comisionada de asuntos públicos e inmigración) y De Blasio (directora ejecutiva de equidad), dirige ahora una organización sin ánimo de lucro.
Su presentación sirvió para que Mamdani ratificará su propósito de que los millonarios paguen más impuestos.
