Nicolás Maduro ya sabe, o debería saber, que da igual cómo le vaya a la hora de deshojar la margarita con Donald Trump.
Eso de “me quiere, no me quiere” carece de sentido en esta ocasión. El presidente de Estados Unidos siente una profunda animadversión por su homólogo de Venezuela, en buena medida por la influencia de su secretario de Estado, Marco Rubio, que es un opositor extremo del chavismo.
El digital ‘Axios’ sostiene que ha habido acercamientos para que ambos presidentes conversen
Diversas fuentes apuntaron que parecía inminente alguna operación militar estadounidenses contra el país sudamericano, con la excusa de atacar al narcotráfico. Ese punto se habría alcanzado después de que este lunes la Casa Blanca designara organización terrorista internacional al cartel de Los Soles, supuestamente dirigido por el líder de Venezuela. Incluso había planteamientos de si Trump, el pacificador, iba a lanzar una guerra en el Caribe, más allá de hundir supuestas narcolanchas, con un balance de 83 muertos desde septiembre tras un total de 21 bombardeos.
Sin embargo, otros medios, como el digital Axios , sostuvieron que el Ejecutivo estadounidense no cuenta con una estrategia urgente de ataque militar. La primera opción consiste en “una conversación directa entre Trump y Maduro”.
Según esta versión, y a pesar de que podría pensarse de que los misiles apuntaban al interior de Venezuela tras la estigmatización de Los Soles, “nadie va a entrar y dispararle (a Maduro), en este momento. No se puede decir nunca, pero ese no es el plan ahora”, dijo a Axios un alto cargo de la Casa Blanca.
Así que, mientras se mantenga la presión con el cerco a las narcolanchas, que no hace más que causar desánimo en el país del Caribe, y aún más con el anuncio de varias compañías de dejar de volar a Venezuela, la opción de esa conversación sería de camino único. Como ya dio a entender Trump, sobre la mesa no estará la continuidad del presidente venezolano.
No solo lo ve como uno de los artífices de la entrada de droga en Estados Unidos. Además lo acusa de abrir cárceles y sanatorios para facilitar que criminales y enfermos mentales invadan el territorio estadounidense. Para los analistas, los ataques a las embarcaciones buscan el cambio de régimen.
El líder chavista se halla ante el dilema de irse por su voluntad o forzado. Trump no descarta la segunda posibilidad, aunque le gustaría la primera.
En un momento sísmico por la aprobación en el Congreso de difundir los papeles del pervertido sexual Jeffrey Epstein, en contra de su viejo amigo hoy instalado en la Casa Blanca, los fieles del movimiento MAGA también se oponen a cualquier nueva iniciativa bélica. Esa fue una de las promesas que el candidato republicano reiteró durante su campaña para cimentar el voto de sus seguidores.
Pero el factor de la inminencia bélica se observó en la visita esta semana a Puerto Rico del general Dan Caine, presidente del Estado Mayor Conjunto, donde están estacionados 10.000 soldados de EE.UU.


