Coctelero, barista, “bartender”, creador de bares, empresario hostelero, Javier de las Muelas alza sobre el bar su filosofía vital: “El bar es la vacuna contra la soledad, el bar es el encuentro sencillo y directo entre personas”, resume. Y se enorgullece de tantas veces que una pareja se ha enamorado en la barra de un bar suyo.
Para Javier de las Muelas, el bar es un invento teñido de humanidad y de cultura, un lugar muy singular y propio de la vida social en cualquier punto de España. El bar es un lugar de encuentros presenciales que debemos esforzarnos en preservar -nos insiste Javier fogosamente- frente a la tentación del ensimismamiento doméstico tendida por internet en estos años.
“¡La vida es un bar, un bar es la vida!”, concluye Javier de las Muelas al evocar los motivos por los que siendo un jovencito barcelonés apostó por este negocio, que hoy extiende con sus locales a Madrid, Londres o Nueva York: “Porque yo era muy tímido y el bar me facilitó hablar con otras personas, relacionarme socialmente, abrirme a la vida”.