El AMB insta a trabajar con el sector privado en vivienda sin prejuicios

Crisis habitacional

El Àrea Metropolitana de Barcelona planea alzar 6.000 pisos públicos hasta el año 2030

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Los primeros pisos de Habitatge Metròpolis Barcelona, ahora en la fase final de las obras en Sant Boi de Llobregat 

Joan Mateu Parra / Shooting

Barcelona y su conurbación tienen un grave problema de acceso a la vivienda y el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) tiene claro el camino para tratar de mitigar la situación. Este no es otro que la colaboración público-privada. Sin ambages la defendió este jueves el vicepresidente ejecutivo de esta administración pública, el socialista Antonio Balmón.

“Queremos evitar prejuicios, todos los actores son necesarios. Basta ya de descalificar. Tenemos que caminar juntos”, aseguró el también alcalde de Cornellà de Llobregat instando a colaborar con el sector privado. “Necesitamos vivienda y no hay músculo público para afrontarlo todo. Al privado no hay que tenerle miedo”, remató durante unas jornadas sobre vivienda celebradas en Sant Vicenç dels Horts.

Illa asegura que es necesario “actualizar los criterios urbanísticos” para construir más

A su lado, el presidente de la Associació de Promotors de Catalunya (APCE), Xavier Vilajoana, asintió. “Maldito urbanismo que tenemos en este país, que tarda 20 años en adaptarse a las nuevas necesidades. Tenemos que ser más flexibles”, señaló Vilajoana.

Balmón abrió otro melón, que según él a veces es un tabú. “Si hay escasez, debemos pensar más en vertical que en horizontal”, señaló el vicepresidente ejecutivo del AMB, abogando por bloques de pisos más altos.

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El president de la Generalitat de Catalunya, Salvador Illa, llegó después de la intervención de Balmón al centro cívico Virgínia Amposta. Pero coincidió en que es necesario “actualizar criterios urbanísticos para adaptarlos a las necesidades del país”. El president defendió que el suelo debe “soportar tanta vivienda como sea posible, con respeto medioambiental, por descontado que sí”.

El alcalde de Barcelona y presidente del AMB, Jaume Collboni, enfatizó en que “ahora es el momento de dar la batalla para que las personas puedan seguir viviendo en su barrio o ciudad”. Un reto en el que, según él, se necesitarán esfuerzos de todas las administraciones públicas.

Antonio Balmón, Salvador Illa, Jaume Collboni y Miguel Comino, este jueves en Sant Vicenç dels Horts

Antonio Balmón, Salvador Illa, Jaume Collboni y Miguel Comino, este jueves en Sant Vicenç dels Horts 

AMB

Con todo, el AMB planea alzar 6.000 viviendas públicas hasta el año 2030. Esta cifra representa un cierto acelerón respecto al período 2019-2025, cuando este ente público realizó casi 5.000. Si las circunstancias acompañan en los próximos años, el AMB no descarta llegar hasta las 10.000. “Necesitamos construir vivienda protegida, pero también conviene tener más libre”, consideró el gerente de la administración metropolitana, Ramon Torra. Según él, en los barrios más vulnerables también se tienen que hacer promociones de venta privadas “atractivas para las rentas medias” para buscar así una mayor mixtura y “cohesión social”.

El AMB tiene diferentes herramientas para construir viviendas. La que cuenta con más tradición es el Impsol, íntegramente público. En noviembre del 2021 comenzó a trabajar Habitatge Metròpolis Barcelona (HMB), empresa mixta 25% propiedad del AMB, 25% propiedad del Ayuntamiento de Barcelona y 50% propiedad de los privados Cevasa y Neinor. Entre finales de este año y principios del que viene entregará sus primeros pisos, situados en Sant Boi de Llobregat.

“Se trata de poner esfuerzos en común”, describió Donato Muñoz, consejero delegado de Cevasa y de HMB. El director gerente del Impsol, Josep Maria Borrell, defendió mezclar diferentes tipos de tenencia, como la compra y el alquiler, en los edificios públicos. “Es más fácil de gestionar”, sostuvo.

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