Las obras de la L8 obligan a cortar Urgell un año en Francesc Macià y el Clínic
Movilidad
El proyecto inicial preveía partir la calle en dos mitades manteniendo el tráfico, pero la ausencia de maquinaria en el mercado ha obligado a optar por esta solución más drástica aunque también más rápida
Las obras ocupan actualmente la mitad de la calzada de la calle Urgell a la altura de Francesc Macià
Los peatones y los conductores que pasan por la calle Urgell en el entorno del hospital Clínic y de Francesc Macià ven desde hace meses como las aceras y los carriles aparecen y desaparecen, pero siempre hay un espacio u otro por el que pasar. El año que viene será diferente y el corte del tráfico rodado será total en esos dos puntos donde en el futuro estarán las nuevas estaciones de la L8 de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC).
El corte de la calle Urgell a la altura del Clínic y la Escola Industrial (entre Rosselló y Còrsega) se hará efectivo el 20 de enero. El de Francesc Macià (entre la plaza y la calle Buenos Aires) llegará algo más tarde, el 23 de febrero. En ambos casos durará alrededor de un año, con la intención de acortar los plazos todo lo posible para minimizar su afectación a la campaña de Navidad del 2025.
Cambio de sentido en Rosselló para absorber el tráfico de salida
El corte de una vía con tanto tráfico como Urgell –con cerca de 32.000 vehículos de intensidad media diaria– obligará a efectuar importantes cambios en calles del entorno para redirigir el tráfico. En el caso del Clínic, la calle Rosselló cambiará de sentido para redirigir los coches que buscan la salida por la Diagonal por esa calle y posteriormente por Calàbria para que finalmente se encaminen hacia Entença.
El objetivo es que más de la mitad de los conductores afectados tomen ese camino, mientras que los que usaban Urgell viniendo de Aragó ya serán desviados previamente por Aribau y Casanova, de manera que retomen la ruta habitual girando en Còrsega y allí ya se encuentren el tramo de Urgell abierto y la avenida Sarrià.
Un carril adicional de bajada en avenida Tarradellas desde Francesc Macià
En cuanto al corte para los que acceden desde Francesc Macià –cerca de 20.000 vehículos diarios–, se tratará de desviar todos los coches posibles en el giro de la Diagonal hacia Numància, para que desde ahí se adentren en el Eixample por la calle París. Los que lleguen hasta Francesc Macià y topen con el corte de Urgell, serán desviados por la avenida Tarradellas, donde se habilitará un carril de bajada en sentido contrario por el lado de subida para facilitar que tomen la calle Buenos Aires y desde ahí vuelvan a encontrarse con la calle Urgell o sigan recto.
Todo esto no estaba previsto en los planes iniciales de la obra y se ha tenido que replantear durante los últimos meses. La intención de los autores del proyecto constructivo era trabajar por partes y cortar primero media calle y luego la otra mitad, pero los problemas para encontrar la maquinaria adecuada en el mercado ha obligado a optar por esta alternativa, con hidrofresadoras que obligan a cortar toda la calle. La parte buena del corte es que se reduce el tiempo de ejecución de esta parte del proyecto y el pozo de las estaciones estará hecho en un año en lugar de año y medio.