Sissy es una joven boliviana de 27 años que lleva años viviendo en Barcelona. Cursó un máster en la universidad y gracias a su formación consiguió un trabajo en un banco. Para firmar el contrato necesitaba tramitar el TIE (tarjeta de identidad de extranjero), un documento físico que solicitan muchas empresas para formalizar la documentación laboral. Aunque muchos extranjeros cuentan con una resolución de residencia, hay compañías que reclaman el documento físico. Sissy navegó por internet, entró en la página de Extranjería y se dispuso a reservar una cita para cumplimentar el trámite. “No había manera. Siempre entraba en la página y nunca había ni día ni hora”. El tiempo corría en su contra y no podía perder el trabajo. “Unas compañeras del máster me dieron el número de varios locutorios que venden citas previas”, explica. En tan solo pocos minutos, Sissy logró su cita, por la que pagó 40 euros. La joven boliviana lamenta que tenga que recurrir al mercado negro para realizar un trámite que es gratuito, pero reconoce que “no hay otra opción”.
Las dificultades para encontrar un turno para Extranjería se están convirtiendo en un suplicio para los extranjeros que deben renovarse el NIE, conseguir el TIE o realizar cualquier otro trámite. Existen organizaciones que mediante un programa informático secuestran las citas previas para luego revenderlas. “La problemática es conocida desde hace años, pero la Administración no pone remedio”, lamenta el abogado David Neila, especialista en extranjería.
Las operaciones policiales contra las mafias no logran acabar con una problemática que hace años que dura
La Policía Nacional llevó a cabo el pasado mes de septiembre una operación en Valencia en la que detuvo a dos personas que se dedicaban a estafar con la venta de citas previas por las que cobraban entre 50 y 90 euros. Los detenidos bloqueaban el sistema mediante un bot informático y acaparaban casi la totalidad de las citas para luego ofrecerlas en el mercado negro. Esta es la última operación realizada sobre este asunto, pero la Policía Nacional ya había infligido un golpe a este tipo de mafias. En mayo del 2023, la brigada de extranjería localizó en Barcelona a un hacker que había creado un software que permitía bloquear las citas previas disponibles y paralizaba que nadie las pudiera ocupar para así forzar a que los interesados tuvieran que acudir al mercado negro. La operación se saldó con 69 personas detenidas y debía significar un punto de inflexión en la lucha contra esta problemática. Sin embargo, un año y medio después, el mercado negro sigue funcionando y las citas se siguen revendiendo, siendo la compra ilegal la única opción para los extranjeros que deben cumplir con un trámite de urgencia.
El mercado ilegal es clandestino, pero está a la vista de cualquiera. No está escondido. Basta enviar un mensaje a uno de los números que circulan entre los extranjeros interesados para solicitar una cita. La Vanguardia se ha puesto en contacto a través de WhatsApp con uno de los locutorios donde ofrecen los turnos. “Me han dicho que aquí vendéis citas previas para renovar el NIE”. Respuesta: “Sí. ¿Tiene nacionalidad europea o residencia de trabajo o de asilo, o familiar de comunitario o de larga duración, o quieres cita para tomar huellas?”, pregunta el receptor. “Cita para tomar huellas, ¿cuánto cuesta?”. “Son 40 euros. Si quieres mándame tus datos aquí”.
La falta de recursos y de personal provoca largas colas como en esta oficina de la calle Mallorca de Barcelona
Las dificultades para encontrar una cita con Extranjería han inundado las redes de tutoriales y vídeos que explican trucos para conseguirlas. El abogado David Neila explica que la mejor manera para conseguir una cita en Barcelona es conectarse a las tres de la tarde de los jueves, que es el día en el que la Policía abre la agenda. “Yo siempre lo hago así y consigo las citas para mis clientes”, resalta.
A la problemática para obtener citas previas se le suma otro factor: se ofrecen muy pocas y los extranjeros compiten en internet por muy pocas plazas. Esto es debido a la falta de personal administrativo trabajando en las oficinas, lo que impide ofrecer un mayor número de citas previas. La realidad además es que existe una demanda mucho más alta que la oferta de citas disponible.
El Col·legi de l’Advocacia de Barcelona (ICAB) lleva tiempo reclamando a la Administración medidas que ayuden a paliar la falta de medios y faciliten las condiciones para encontrar una cita que ahuyente a los usuarios a acudir al mercado negro. “Hemos notado una cierta mejora respecto a años anteriores, pero todavía hay una falta de personal que impide poder absorber la gran demanda de peticiones que hay, sobre todo de asilo”, explica Pepi Gutiérrez, coordinadora de la comisión de extranjería del ICAB. “Al final, el mercado ilegal de citas aparece porque no hay una situación normalizada”, lamenta. “Hay personas necesitadas que al buscar una cita chocan contra una pared, y al final recurren a pagar 100 o 200 euros para comprar una cita porque les va el trabajo”, justifica. Una de las medidas que ha propuesto el colegio de abogados de Barcelona a los responsables de Extranjería es que la resolución administrativa vaya acompañada de un día y una hora para la recogida del TIE sin necesidad de tener que volver a pedir otra cita, como sucede ahora.
Las dificultades para encontrar una cita también pueden llegar a poner en riesgo operaciones comerciales e inmobiliarias. El colegio recuerda que se dan situaciones en las que abogados mercantilistas reclaman la intervención de un abogado especialista en extranjería. Citan casos en los que un ciudadano de fuera de la UE necesita tramitar un documento NIE para extracomunitarios para llevar a cabo la compraventa de un inmueble en Barcelona. Y aquí empieza el problema. “Nos llaman compañeros abogados preguntando porque no pueden encontrar una cita para obtener el NIE y toda la operación queda a expensas de este trámite. Este problema afecta a todo el mundo”, explica Gutiérrez.
"Fui a un locutorio, me jugaba el trabajo”
Marisela es una joven hondureña que reside en Barcelona y tuvo que recurrir al mercado negro para obtener una cita previa para Extranjería. Recuerda que necesitaba renovar el NIE (número de identificación de extranjeros) y tomar la huella para formalizar la renovación de un contrato de trabajo como empleada del hogar para una familia. Entró en la web de Extranjería y nunca encontraba cita previa. “Si no tenía la tarjeta, no había renovación del contrato”, razona. El tiempo apremiaba y no encontraba la manera de poder conseguir un turno por el canal oficial. Después de consultarlo con otras paisanas, le recomendaron acudir a un locutorio de un barrio de l’Hospitalet conocido por ofrecer citas previas. “Me cobraron 25 euros. Al final fue la única solución. Me jugaba el trabajo”, justifica.
¿Quieres explicarnos tu experiencia?
Si has sido víctima del mercado negro de citas previas de Extranjería o si tienes alguna experiencia para explicar y compartir sobre el servicio, escribe, aportando tus datos de contacto, al correo [email protected]


