“La antesala de la calle es el realquiler de habitación, el sofá de familiares...”

Día Internacional de la Mujer

Entrevista a Lídia Pitarch, sargenta de la Guardia Urbana de Barcelona y especialista en sinhogarismo

Lidia Pitarch, sargento de la guardia urbana de Barcelona y autora del libro “ Entre portales “.

Lídia Pitarch, este jueves fotografiada junto a la estación de França 

Mané Espinosa

La sargenta de la Guardia Urbana Lídia Pitarch propone al lector un acercamiento al mundo del sinhogarismo femenino en su libro Entre portales. Relatos de mujeres que viven en la calle (Icaria Editorial). Pitarch, doctora en Derecho Global y Seguridad Humana, analiza el modelo de atención a este colectivo en Barcelona, desgrana las desgarradoras historias de cinco ciudadanas sin techo y también detalla cómo se afronta esta problemática en otras ciudades, especialmente en Los Ángeles, a donde viajó para conocer la realidad del barrio de Skid Row, considerado la zona cero de los sin techo en Estados Unidos.

¿Su interés por el sinhoharismo nace en la Guardia Urbana o antes de llegar a este cuerpo?

Estudié Publicidad y Relaciones Públicas en la UPF y estuve dos años trabajando en una consultoría de marcas, llevaba temas de innovación de producto, pero sentía que lo que hacía no aportaba nada a la sociedad y, antes de cumplir los 24, lo dejé. Mi padre era policía en El Prat, una persona hipercomprometida y muy querida, y un día me dijo que salían oposiciones para la Guardia Urbana de Barcelona, me presenté, aprobé y entré en la Academia.

¿Y empezó a patrullar por Ciutat Vella donde entró en contacto con mujeres si techo?

Primero estuve en el área de Comunicación, pero encontraba a faltar la calle y me mandaron a Ciutat Vella como policía de barrio, donde permanecí cuatro años, hasta los 31. No paraba de conocer a gente que vivía en la calle porque otros compañeros me los presentaban, porque llegaban quejas por parte de comerciantes... En esa época cursaba un máster sobre gestión de emergencias en las grandes ciudades, al acabarlo tenía claro que quería seguir investigando y contacté con Derecho de la UAB para hacer la tesis que al final dediqué al sinhogarismo juvenil, con un capítulo dedicado a las mujeres.

¿Para abordar con una visión global el sinhogarismo cuál es el lugar de referencia?

Los Angeles: en el 2016 y el 2017 aprobaron una inyección de 1,2 billones de dólares y crearon un mecanismo para asistir a las personas de la calle. Allí han intentado poner en práctica todos los sistemas imaginables, es un tema que afrontan coordinadamente los 46 municipios del condado. Las últimas cifras de la ciudad de Los Ángeles, del 2024, indican que hay 45.252 personas sin techo, de las cuales 29.275 duermen al raso, incluso familias con niños pequeños, luego hay 15.577 en refugios temporales y 3.709 en coches. Desde el 2024 vuelve a considerarse ilegal pernoctar al raso y muchas poblaciones de EE.UU. mandan a sus ciudadanos sin techo al barrio de Skid Road de Los Ángeles donde históricamente se construyeron grandes albergues para los más vulnerables.

Los Ángeles es el destino de las personas sin hogar de California y de otros estados y Barcelona lo es de las de Catalunya.

Pero aquí la gente agota todas las posibilidades antes de acabar al raso, sea porque tiene una red familiar o comunitaria, porque ocupan pisos... Aquí la antesala de la calle es el realquiler de habitaciones, el sofá de familiares... En Estados Unidos no tienen esta misma red, están mucho más solos. Ahora mi destino es la zona del Besós y allí veo el apoyo entre pakistaníes, entre senegaleses y entre latinoamericanos.

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¿Qué aboca a una mujer a la calle? ¿Cuál es el perfil aquí, en la ciudad de Barcelona?

A diferencia de los hombres, ellas antes de acabar a la intemperie agotan todas sus opciones, el realquiler, dormir en un sofá... Cuando ya no dispones de recursos, que alguien te deje una habitación implica que tu cuerpo es la moneda de cambio. Otros motivos para llegar a la calle son haber sufrido violencia en el hogar, los problemas de salud mental y huir de un entorno familiar que les marca un camino que ellas no quieren seguir por la influencia de relaciones tóxicas con sus parejas o con sus amistades. He conocido dos historias que me han marcado de jóvenes cuyos padres se preocupan por ellas, desean que vuelvan a casa, pero ellas no quieren por vergüenza.

¿Qué caso de los que relata en su libro le ha sobrecogido más?

Todos me impactaron, pero especialmente el de Lili, nombre ficticio, de una mujer del norte de Europa de apenas 20 años, con un consumo activo. La veía caer, caer y caer y yo vivía con el miedo de que un día la encontraría muerta. Había sido maltratada por varios hombres y solo podíamos acercarnos a ella cuando no tenía pareja. Estaba en una pensión cuando estalló la covid y volvió a la calle.

¿Qué enclaves de Barcelona concentran a más personas sin techo actualmente?

Montjuïc; las zonas de las vías del tren de la franja del Besòs, de la Trinitat Vella a La Verneda; Ciutat Vella, y en invierno los alrededores del CUESB (Centro de Urgencias y Emergencias Sociales).

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