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Antídotos contra las reiteradas inundaciones en el Montsià

Tras el paso de la dana

Los expertos abogan por facilitar la salida de los barrancos al mar

La ACA declara la emergencia en el Montsià para actuar con urgencia en cauces fluviales

La urbanización l’Estona está en la salida del barranco del Llop al mar, en Alcanar, frente a la sierra del Montsià

Miquel Muñoz / Shooting

Hay formas de intervenir a nivel urbanístico e hidráulico para reducir los efectos cada vez más devastadores y recurrentes de las lluvias torrenciales junto a la sierra del Montsià: 2018, 2021, 2023 y 12 de octubre de 2025. Hay maneras de actuar, a medio y largo plazo, para amortiguar las consecuencias de episodios meteorológicos extremos, como las temidas danas, aceleradas por la crisis climática. Una de las claves, actuación que debería ser prioritaria según alertan los expertos, está en facilitar la salida del agua hasta el mar en la decena de barrancos que cruzan la comarca del Montsià.

Las voces de los expertos, como el de uno de los referentes en el estudio de la emergencia climática en el delta del Ebro, Carles Ibáñez (Eurecat), llegan mientras siguen los trabajos de limpieza y reparación de las últimas inundaciones. “La prioridad es ver cómo el agua, que tiene que llegar al mar, lo haga con el menor daño posible y de forma segura. Esto quiere decir un rediseño de elementos de las infraestructuras y en algunos casos dar más espacio a los barrancos”, explica Ibáñez, director del Centre en Resiliència Climàtica (Eurecat).

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Con el foco puesto en las Terres de l’Ebre, ciencia y conocimiento abogan por actuaciones de fondo en lugar de responder únicamente, como hasta ahora, con la mejora de los sistemas de aviso a la población para que los afectados no se muevan de casa o suban lo antes posible a pisos superiores.

Otra de las voces autorizadas es Roger Sauquet, profesor de Arquitectura (UPC) y miembro del GREC-Bombers (Grup d’Estructures Col·lapsades), implicado desde hace años en la búsqueda de soluciones ante las inundaciones que azotan el Montsià. “Hay que actuar dando más espacio al agua, aunque es complejo. No servirá una única medida, sea urbanística o hidráulica. Hay que tener en cuenta la efectividad, coste económico, aceptación social y el tiempo para ejecutarla”, advierte. “Hay zonas en las que se tendrá que acabar expropiando y otras que con medidas paliativas se puede resolver. La edificación no siempre es una trampa, puede ser refugio: muchas personas se han salvado subiendo a un primer piso”, añade Sauquet (UPC).

Las voces exigiendo políticas activas ante las inundaciones en el Montsià no son nuevas. Ya resonaron en 2018, 2021 o 2023. Se han realizado estudios técnicos, como el que elaboró la UPC en Alcanar, y se han aplicado algunas medidas de carácter local, con el Ayuntamiento canareu a la cabeza, aunque insuficientes como se ha evidenciado.

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Entre los más perjudicados están los vecinos de urbanizaciones como Serramar y l’Estona o el cámping dels Alfacs, en Alcanar Platja, junto al barranco del Llop. También los chalets junto al barranco del Suís, en la Ràpita. El Ayuntamiento de Alcanar plantea entre 20 y 30 casas expropiadas, edificadas en medio del curso de barrancos.

“Hay casos en los que sale más a cuenta deconstruir que reconstruir, pero la mayoría de la inversión debe destinarse a rediseñar los caminos del agua para que sean más eficientes y más seguros”, sostiene Ibáñez (Eurecat). Hay que estudiar caso por caso, pero el plan debería estar tutelado por el Govern a 10 o 15 años vista.

Las soluciones son complejas porque se trata de una tormenta perfecta desencadenada con la crisis climática que viene de lejos: a la orografía del Montsià, pegado a un mar cada verano más tórrido y a los pies de la sierra del Montsià (764 m.), hay que sumar un desarrollo urbanístico caótico, con decenas de edificaciones junto a barrancos, en zonas inundables.

El tiempo juega en contra. Las intervenciones urbanísticas son lentas, más si hay expropiaciones. “Hay soluciones que necesitan diez años y en el Montsià en este tiempo puedes sufrir cinco danas”, advierte Sauquet.