Diversas calles alrededor del Camp Nou se cortarán al tráfico los días de partido

Movilidad

El acceso de los vecinos a las zonas restringidas será controlado por la Guardia Urbana esta temporada, hasta que se instalen cámaras lectoras de matrículas a lo largo del 2026

foto NACHO VERA GALBARRO (20/11/2025) Calle Mejía Lequerica, Barcelona, instalación de cámaras de seguridad para los días de partido del Barça

La calle Mejía Lequerica es una de las que se cortarán al tráfico cuando juegue el Barça

Nacho Vera

El regreso del Barça al Camp Nou llegará acompañado de novedades en la movilidad alrededor del estadio. El principal cambio respecto al último partido que jugó el club en les Corts será la restricción de tráfico en diversas calles que se encuentran alrededor del campo.

Los coches podrán seguir circulando como si nada por la Travessera de les Corts, la calle Arístides Maillol y la avenida Joan XXIII que rodean el estadio. Las restricciones de tráfico se centrarán en zonas donde los vecinos sufrían congestiones descontroladas en los que se veían atascados los conductores de acceso al estadio y, de rebote, los vecinos que querían entrar o salir de su casa. 

Son calles como Mejía Lequerica, que los aficionados utilizaban como atajo. También los entornos de la calle Felipe de Paz, en el perímetro formado por Travessera de les Corts, Gran Via de Carles III, avenida de Madrid y la calle Riera Blanca, donde el tráfico quedaba bloqueado por la gran cantidad de coches buscando aparcamiento de manera infructuosa.

Vecinos, usuarios de parkings y servicios podrán acceder; el resto, serán multados

El control de las restricciones se llevará a cabo primero de manera humana y luego mediante siete cámaras de control de acceso instaladas en los carriles bus de Travessera de les Corts y avenida Madrid y en las calles Benavent, Comte Güell, Pintor Pahissa, Regent Mendieta y Arizala. Todas ellas leerán las matrículas de los vehículos y sancionarán a aquellos que no estén autorizados para pasar por allí. Podrán entrar vecinos, los que tengan plazas de aparcamiento y tanto trabajadores como usuarios de la Maternitat y los servicios públicos que hay allí, como el departamento de Salut. Deberán acreditarse previamente o en los diez días posteriores a través de una plataforma digital creada para ello. El resto de vehículos, si no forman parte de la base de datos, serán multados.

Los aficionados del Barça volverán este sábado a un estadio con capacidad para 45.000 espectadores, aunque las cámaras aún no están ni licitadas y no se espera que estén instaladas hasta la temporada que viene. Mientras tanto, se optará por el sistema más clásico de unos agentes de la Guardia Urbana apostados en la entrada de las calles para dejar pasar solo a los vecinos desde dos horas antes del inicio del partido.

La avenida Doctor Marañón y el perímetro del estadio se mantienen abiertos

Según los cálculos del Ayuntamiento, un 25% de los espectadores asistían en coche los últimos días que el club jugó en su estadio antes de irse a Montjuïc. El objetivo del nuevo plan de movilidad alrededor del Camp Nou es que “los desplazamientos sean prioritariamente a pie”, según la teniente de alcaldía, Laia Bonet, que califica de necesidad “garantizar la convivencia con los vecinos y asegurar que pueden llegar a su casa los días de partido en cualquier medio de transporte”. Este jueves por la tarde se han reunido representantes del Ayuntamiento con la asociación de vecinos de Les Corts para explicarles los últimos cambios, que pasan por esas restricciones de acceso y una rebaja de las pretensiones de los cortes previstos inicialmente.

El gobierno municipal había planteado cortar la avenida Doctor Marañón para dedicarla a los autobuses de las peñas, pero las quejas de los vecinos les han hecho dar marcha atrás. Finalmente se mantendrá abierta al tráfico, para que accedan a través de esta calle los conductores que tengan plaza de aparcamiento dentro del estadio una vez acaben las obras, así como los vecinos. Con este cambio, los peñistas que llegan a la capital catalana en autobús se bajarán en un punto cercano al estadio, en la calle Martí i Franquès. Los autobuses estacionarán en el solar del antiguo Miniestadi mientras dura el partido y, cuando acabe, volverán a situarse en la avenida Doctor Marañón y el carril bus de la Diagonal para recoger a los aficionados.

El Ayuntamiento prioriza que los aficionados vayan a pie, aunque habilitará 2.000 plazas más para motos

Los motoristas son los grandes beneficiados de los cambios aplicados. Alrededor del campus sur de la Zona Universitària se habilitarán los días de partido 2.000 plazas más de aparcamiento temporal en zonas señalizadas específicamente. La bolsa más grande se encuentra en un solar junto al parque de la Bederrida, con 600 plazas. Se sumarán al millar de aparcamientos pintados de manera permanente alrededor del estadio para garantizar que las motos no se dejan de cualquier manera en las aceras.

De hecho, las aceras serán el elemento a proteger en todo el entorno del campo al tratar de priorizar la llegada a pie, que se complemente con el transporte público, del que se reforzará tanto las líneas 3 y 5 del metro como el servicio de bus de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). Los taxis, por su parte, se concentrarán en un punto de parada en la calle Menéndez y Pelayo.

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