Las asociaciones de vecinos de los barrios de Fort Pienc y Sagrada Família apoyan las restricciones al aparcamiento de autocares turísticos que el Ayuntamiento tiene previsto poner en marcha el año que viene. Estos últimos días las empresas de transporte de este sector y varias asociaciones de guías turísticos atacaron duramente la medida y subrayaron que estas limitaciones no harán otra cosa que obligar a los visitantes a hacer uso del transporte público, una circunstancia que desatará muchas más molestias a los vecinos.
La zona bus 4.0 limitará el número de operaciones que se podrá hacer en los estacionamientos de autocares turísticos más próximos a los enclaves más visitados, y también obligará a los operadores a realizar reservas mediante un sistema digital similar al que se usa en las zonas de carga y descarga.
Las entidades de Fort Pienc y Sagrada Família, hartas de las grandes riadas de visitantes calle arriba y calle abajo, confían al menos en que de este modo el Ayuntamiento acabe de una vez con la indisciplina de muchos chóferes, que en muchas ocasiones dejan y recogen a sus pasajeros en puntos no autorizados y que encima permanecen a la espera con el motor en marcha, generando ruidos y humos bajo sus ventanas.


