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La Generalitat reclama el AVE a París mientras que Iryo ya prepara la ruta Barcelona-Valencia

Acto en el Círculo Ecuestre

El consejero delegado de TMB, Xavier Flores, anuncia que prevén cerrar el año con cifras récord: más de 700 millones de viajes entre metro y autobús

Manel Nadal, Fabrizio Favara, Fernando Pacheco, Xavier Flores, Josep Maria Martí y David Guerrero

Ana Jiménez

El Círculo Ecuestre ha acogido esta mañana un coloquio organizado por la compañía ferroviaria Iryo que ha permitido tomar la temperatura al momento que vive la movilidad en España y poner el foco en dos grandes asignaturas pendientes: la conexión de alta velocidad entre Barcelona y Valencia y la apertura real del mercado ferroviario francés.

El encuentro, presidido por Enrique Lacalle, ha reunido al CEO de Iryo, Fabrizio Favara; al secretario de Mobilitat i Infraestructures, Manel Nadal; al director general de MSC Cruceros España, Fernando Pacheco; al consejero delegado de TMB, Xavier Flores; y al presidente de Moventia, Josep Maria Martí. La sesión ha estado moderada por el periodista de Guyana Guardian David Guerrero.

Desde el inicio, el acto ha celebrado que la liberalización del sector ferroviario haya supuesto en España, en palabras de Nadal, “una revolución”. El secretario ha subrayado que, tras décadas con Renfe como único operador, la llegada de nuevas compañías como Ouigo y, más recientemente, Iryo, “ha transformado la oferta, ha abaratado precios y ha roto la percepción de que la alta velocidad era un transporte solo para ricos”. 

Nadal ha celebrado que la irrupción de nuevas compañías ha abaratado precios

Nadal ha sido especialmente claro con las conexiones a París y Valencia. Para la Generalitat, ambas conexiones representan prioridades estratégicas. En el caso de Valencia, la unión por alta velocidad con Barcelona supone una reclamación histórica que podría convertirse en realidad en los próximos años.

Nadal ha insistido en que se trata de “una infraestructura fundamental”, y en este punto el consejero delegado de Iryo ha dejado poco margen a las dudas: “Cuando la conexión esté lista, operaremos esa línea”, ha zanjado. Asimismo ha confirmado que su compañía ya tiene en marcha una planificación para incorporarse al Corredor Mediterráneo y que el calendario apunta al 2028: “Estamos esperando a que el corredor esté disponible a finales del 2027; el tren ya está listo y cuenta con toda la tecnología y potencia eléctrica necesaria”.

Así las cosas, el segundo gran bloque del debate ha girado en torno a la apertura del mercado francés y, más concretamente, a la futura conexión Barcelona–París. Todos los ponentes han coincidido en reprochar a Francia que siga sin liberalizar un sector que, según Xavier Flores, perjudica sobre todo “a los propios ciudadanos franceses, más allá de beneficiar quizá a alguna empresa en concreto”. 

El secretario, más contundente, ha lamentado que el país vecino “no se tome en serio la hiperconexión europea”, si bien ha añadido que Europa avanza hacia infraestructuras de “doble uso, civil y militar”, lo que obligará a mejorar las interconexiones entre Estados. “Aquí tenemos una oportunidad para que Francia y España resuelvan este problema eterno de la conexión de la alta velocidad”, ha remarcado. 

En un gesto poco habitual (suele suceder más bien al revés), ha sido en este caso la propia administración pública quien ha animado explícitamente a las empresas a dar el salto. Nadal ha recordado que Renfe ha logrado operar en Marsella, Lyon o Montpellier, pero nunca ha podido llegar a la capital francesa.

Fabrizio Favara, Fernando Pacheco, Xavier Flores, Josep Maria Martí y David Guerrero

Ana Jiménez

Favara ha aprovechado el coloquio para sacar pecho y reivindicar el papel de Iryo en la liberalización del mercado español. “Hemos dado a los clientes el derecho a elegir”, ha asegurado, insistiendo en que la compañía no busca entrar en la batalla de precios o frecuencias, sino diferenciarse por la “calidad”. Un terreno, ha defendido, en que la puntualidad es clave. “El 87% de nuestros pasajeros llega en trenes puntuales. Si contamos solo las causas internas, alcanzamos un 97%”, ha destacado.

La compañía también ha confirmado su plan de crecimiento en la línea Barcelona–Madrid, su principal eje en España. Actualmente opera 15 servicios de ida y los mismos de vuelta diarios, que el próximo año se igualarán a 16 en ambos sentidos. Además, invertirá 100 millones de euros para aumentar su flota de 20 a 23 trenes.

El acto ha dado cabida también a otras visiones del ecosistema de movilidad. Xavier Flores ha anunciado que TMB prevé cerrar el año con cifras récord: más de 700 millones de viajes entre metro y autobús. Lo atribuye al aumento de población activa, a las políticas de descuentos —con una multiplicación de abonos— y “al trabajo obsesivo por la fiabilidad”.

Por su parte, Josep Maria Martí ha reivindicado el papel del autobús como pieza flexible y determinante del transporte público: “El crecimiento económico vendrá por el transporte público, y el autobús es el medio más sostenible posible”, ha afirmado. También ha advertido que “este país está construido para 6 millones y ya somos 8; solo con el tren no vamos a resolver los problemas de movilidad”. Favara ha replicado que el tren, aunque menos capilar que el autobús, “mueve a muchísimas personas” y es indispensable como eje sobre el que articular el resto de opciones.

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En clave comunicativa, Flores ha señalado que las campañas a favor del transporte público deben centrarse en la mejora de la calidad de vida del usuario. “Sería algo así como ‘yo no soy tonto y voy en autobús’”, ha ironizado, convencido de que apelar a la experiencia del viajero es mucho más eficaz que insistir en el mensaje medioambiental.