El hallazgo de una rana calificada como especie “vulnerable” en una zona de obras ha provocado que la construcción de una nueva zona de aparcamiento en el aeropuerto de Santander tengan que detenerse durante tres meses. Así se desprende de la información publicada por El Diario Montañés.
Y es que esta especie, conocida como la ranita de San Antonio (hyla arborea) forma parte del Catálogo Regional de Especies Amenazadas de Cantabria. Con un tamaño de tan solo 4 o 5 centímetros, esta pequeña especie de rana ha logrado sobrevivir hasta la actualidad y cuenta con una diversidad genética mayor que otros familiares anfibios.
Su presencia en la finca anexa al Seve, donde la UTE Aparcamientos Rent a Car está construyendo una nueva zona de parking cercana al aeropuerto Seve Ballesteros ha tenido en vilo a los responsables de la obra. La Dirección General de Biodiversidad avisó a la empresa de que esta especie de rana podría encontrarse en el lugar de la obra, algo que ya ha sido confirmado, según asegura el citado medio.
Comprobado
Las investigaciones ya han confirmado que la rana hallada forma parte de esta especie, pero las obras podrán continuar
Según han apuntado fuentes de Aena, “el promotor pudo concluir que su presencia es esporádica y temporal, ya que la parcela afectada no constituye un hábitat adecuado para la especie al desarrollarse prácticas habituales de siega y roturación por motivos de seguridad aeroportuaria”.
Sin embargo, hasta llegar a esta conclusión la obra ya había quedado parada durante tres meses. Con el objetivo d construir una zona donde puedan aparcar casi 500 vehículos, las obras comenzaron a principios de noviembre de 2024 con una inversión de 2,8 millones de euros y un plazo de ejecución de 14 meses. Tras estos meses de demora, las obras ya continúan su marcha.
En 2020, antes de empezar con la obra, se evaluaron posibles impactos ambientales, arqueológicos o geotécnicos. “Dado que la bibliografía existente apunta sobre la posible presencia de la ranita de San Antonio, se prestó especial atención a su estudio, adoptando una metodología de muestreo adecuada para su detección”, han asegurado el promotor de la obra al citado medio.
Durante el estudio previo, se identificaron un total de cinco especies de mamíferos, 23 de aves, tres anfibios y dos reptiles. Entre todas ellas, destacaba “un ejemplar de la especie amenazada hyla arborea en el interior de la superficie afectada por el proyecto”. Pero, según el promotor, su presencia era esporádica y temporal.