Rafael Rodrígez Rapún, secretario de La Barraca, fue el último amor de Federico García Lorca. Murió en Santander en 1937, adonde había sido mandado a combatir, un año después —18 de agosto— del asesinato del poeta. Enterrado en la localidad cántabra de Ciriego, el pasado domingo la asociación Héroes de la República y la Libertad hizo una ofrenda floral frente a su tumba, de flores moradas, amarillas y rojas, los colores de la Segunda República.
Un día después, la ofrenda floral ha desaparecido, recoge El Diario Montañés. Héroes de la República había invitado a la ciudadanía a recordar al fallecido secretario de La Barraca —y actor, y futbolista...— y a depositar flores en la precaria lápida que coge sus restos mortales.
En el acto del domingo participaron la secretaria de Memoria Democrática de la Comisión Ejecutiva Autonómica, Zoraida Hijosa, junto al secretario de Organización, Agustín Molleda, y el secretario de Política Autonómica y portavoz parlamentario, Mario Iglesias.