En verano de 2023, con los pantanos al 30% de su capacidad, los municipios del litoral de la Costa Brava dejaron inoperativas las duchas de playa. Algunos como Cadaqués o Port de la Selva, en el Alt Empordà, ya habían tomado restricciones de este tipo un año antes.
Ahora, con las lluvias del último mes que han permitido a los pantanos superar el 60% de capacidad, algunos municipios han apostado por volver a abrir el grifo, aunque con algunas limitaciones.
En la playa Gran se montarán programadores horarios para que noche no salga agua
Es el caso de Lloret de Mar que hoy, coincidiendo con la entrada del municipio en fase de prealerta, ha anunciado que procederá a reinstalar parcialmente las duchas de playa durante este verano.
Sin embargo, solamente habilitará la mitad de los puntos habituales, pasando de 46 a 23, que se distribuirán a lo largo de su litoral. Todas las instalaciones estarán equipadas con reductores de caudal y pulsadores con temporizador que favorezcan el ahorro de agua.
En la playa Gran de Lloret se montarán programadores horarios de modo que no habrá agua durante las horas nocturnas, evitando así posibles fugas o usos inadecuados de las instalaciones.
La edil de playas de Lloret, Cristina Aymerich, ha explicado que la decisión de reinstalar duchas en todas las playas responde a la voluntad de “garantizar un uso responsable de los recursos hídricos, manteniendo unos servicios de calidad para los usuarios”. En este municipio de la Selva, las duchas se instalarán a mediados del mes de mayo, al inicio de la temporada turística.
Cadaqués ha optado por mantener la restricción y seguirá sin duchas este verano
Otros como Cadaqués, sin embargo, han optado por mantener la medida que adoptaron en 2022 y este verano seguirán sin tener operativas sus duchas. Blanes o Palamós están valorando las posibilidades y en los próximos días concretarán las medidas que adoptan.