Los arqueólogos de Empúries han descubierto que el santuario dedicado a Deméter, la diosa de la agricultura, las cosechas, la fertilidad de la tierra y las estaciones, perduró durante seis siglos, desde los inicios y hasta el final de la ciudad griega (la Neápolis).
Las excavaciones se han centrado en las diferentes terrazas que envolverían el templo. Se han desenterrado dos vasos rituales y restos de animales -sobre todo, lechones- sacrificados en honor a la divinidad y que, de hecho, entroncan con representaciones de ofrendas halladas en santuarios de Deméter.
En este sector, antes de alcanzar los niveles fundacionales, los arqueólogos también han localizado un cementerio y el ábside de una iglesia paleocristiana. Además, en otra zona de la Neápolis, ha aparecido un singular hallazgo: algunos restos de pintura mural en una casa del siglo V antes de Cristo.
Las excavaciones de este verano se han realizado en el marco del 79º Curso de Arqueología de Empúries, en el que han participado estudiantes de diversas partes del Estado.
Dirigidos por los arqueólogos del yacimiento, la campaña se ha focalizado en el barrio portuario de la antigua colonia griega. Por un lado, el sector donde se descubrió un santuario dedicado a Deméter -más cerca del edificio del museo- y, por otro, dos casas situadas en el centro y en un extremo de la Neápolis.

Dos arqueólogas excavando en la casa griega del siglo V antes de Cristo.
Durante las excavaciones, los arqueólogos han podido seguir la cronología del santuario. Y han descubierto que su historia, de hecho, es paralela a la de la antigua ciudad griega de Empúries. “Los datos nos permiten afirmar con total certeza que este espacio sacro empezó a configurarse a finales del siglo VI a. C. y que perduró hasta el siglo I d. C.”, explica el arqueólogo Pere Castanyer.
Él es el investigador principal del proyecto que se centra en las antiguas áreas portuarias de Empúries. Y que, precisamente, religa directamente con el estudio de este santuario dedicado a la diosa griega de la agricultura y la fertilidad (porque el espacio sagrado estaba situado al abrigo de la Neápolis, separado de las viviendas, y se accedía directamente desde la playa del antiguo puerto griego).
Este verano, las excavaciones se han focalizado en las terrazas de esta área religiosa, en lo alto de las cuales se emplazaría el templo de Deméter. En la zona del altar monumental -descubierto en el 2023- los arqueólogos han localizado restos de los animales que se sacrificaban en honor a la divinidad. Sobre todo, bocados (cerdos de tan sólo dos o tres meses) pero también corderos o cabritos pequeños.
Estas ofrendas, subraya Castanyer, son un nuevo elemento “que confirma que el santuario estaba dedicado a la diosa”. Porque precisamente, precisa el arqueólogo de Empúries, en otros templos de Deméter se han encontrado “terracotas con representaciones femeninas que llevan un cerdito para ofrecerlo a la divinidad”.
En el caso de Empúries, se sabe que estos sacrificios se cocinaban y que los antiguos griegos se los comían. Pero también existe la hipótesis de que parte de los animales se reservaban para la diosa (porque en algunos casos, se han encontrado tan sólo la mitad de los lechones). llevando a cabo.
De templo a iglesia
Los arqueólogos creen que los vestigios del templo de Deméter se encontrarían, precisamente, bajo uno de los extremos del actual edificio del museo (porque es aquí hacia donde lleva la disposición de las diferentes terrazas) También, porque otro hallazgo que se ha hecho durante esta campaña refuerza esta hipótesis: sobre el templo de la diosa griega.
Los entierros han aparecido encima los restos de una de las terrazas superiores del santuario. Para llegar hasta estos niveles de época griega, que se encontraban a una profundidad de entre 3 y 4 metros, los arqueólogos han tenido que excavar todo lo superpuesto. Y ha sido aquí cuando han descubierto la necrópolis, que como explica el director de la excavación, Marc Bouzas, inicialmente dataría de entre los siglos IV y VII-VIII d. C. y que tenía hasta tres niveles distintos de entierros.
“Los más antiguos tienen unas características muy ligadas al mundo romano; también hay tumbas con estructura de mortero combinadas con otras, como por ejemplo, una ánfora donde se había enterrado a un bebé”, explica Bouzas. Dentro de este primer grupo de tumbas también se han encontrado algunas con agujeros para realizar libaciones y por donde se introducía comida y bebida para los difuntos (porque los primeros cristianos mantenían ritos asociados con los cultos antiguos paganos).
“Por encima de este nivel hemos documentado otros dos, lo que evidencia que esta necrópolis seguía viva a lo largo del tiempo”, precisa el director de la excavación.
Asociada con ella, los arqueólogos también han desenterrado el ábside de la iglesia paleocristiana -en este caso, de forma rectangular- que hipotéticamente se habría construido sobre el templo griego.
Esta iglesia, que probablemente tenía un transepto formado por cámaras funerarias, también queda bajo el edificio del actual museo (que a partir del siglo XVII y hasta el XIX acogió un monasterio de monjes servitas).
“Creemos que no es casual que el monasterio se construyera sobre la iglesia paleocristiana; al igual que, en un ejercicio de superposición cultural, esta primera iglesia lo hiciera sobre el antiguo templo de Deméter”, teoriza Marc Bouzas.
Precisamente por eso, por haberse levantado sobre el santuario de la diosa, y por las tumbas que se han localizado, los arqueólogos de Empúries creen que esta iglesia paleocristiana sería “la principal” de las dos que se han descubierto en la Neápolis -la otra, se excavó en el siglo XIX- y que se excavó en el siglo XIX- y que se excavó en el siglo XIX- y que se excavó en el siglo XIX.
Pintura de hace 2.500 años
Más allá de este sector, durante el 79º Curso de Arqueología los estudiantes también han excavado dos casas en el interior de la antigua ciudad griega.
Sus estancias tienen suelos superpuestos de arcilla, y en algunas -en el centro- se han hallado restos de chimeneas de forma cuadrada. Ambas casas datan del siglo V aC, pero una de ellas -la que se encuentra en el sector más oriental- destaca porque se han descubierto restos de pintura mural de hace más de dos milenios.