La empresa Aigües de Banyoles ha instalado una planta de nanofiltros para tratar un tercio del agua que suministra y reducir los sulfatos.
La captación del agua se realiza desde el estanque y esto comporta una concentración elevada de sulfatos por el origen kárstico que tienen las fuentes subterráneas. Hasta ahora, el agua tratada cumplía con los umbrales mínimos que exige la normativa por considerarla apta para el consumo, pero históricamente el agua ha tenido siempre un gusto desagradable.
Ahora, la empresa evaluará la combinación del agua tratada con los dos tercios restantes que no pasan por la planta y decidirá si instala otra o no. El nuevo tratamiento con nanofiltros ha costado 492.000 euros.

