27 alcaldes de Ponent han enviado una carta a la consejera de Territorio, Sílvia Paneque, para pedir que se detenga el proyecto del fondo de inversión danés CIP que prevé construir una macroplanta de biogás en la Sentiu de Sió (Noguera).
Además, piden una reunión urgente con la consellera y una visita sobre el terreno antes de que el Plan especial del proyecto llegue a la comisión de Urbanismo de Catalunya, prevista para el 22 de julio, donde se le podría dar la aprobación definitiva.
El alcalde de Bellcaire d'Urgell, Jaume Monfort, ha asegurado que en la zona no hay suficiente generación de purines para abastecer a la totalidad de plantas que hay y por eso afirma que la infraestructura necesitará un 50% de residuos no locales para poder funcionar.
Han firmado la carta los alcaldes o alcaldesas de Artesa de Segre, Agramunt, Algerri, Arbeca, Bell-lloc d’Urgell, Bellcaire d’Urgell, Bellpuig, Castelló de Farfanya, Castellserà, Corbins, Els Omellons, Els Plans de Sió, El Palau d’Anglesola, Gerb, Les Avellanes i Santa Linya, Les Borges Blanques, Linyola, Llardecans, Montgai, Montoliu de Lleida, Os de Balaguer, Tàrrega, Tornabous, Torres de Segre, Torrelameu, Vallfogona de Balaguer y Vilanova de Meià.
La carta se ha hecho pública en un acto en el Pedrís, en Bellcaire d'Urgell, donde se han reunido algunos de los alcaldes firmantes para observar la zona donde se prevé construir la planta. Con esta acción, los alcaldes quieren hacer presión antes de que se celebre la comisión de Urbanismo de Catalunya el próximo 22 de julio donde previsiblemente debe aprobarse el proyecto. Por eso piden una reunión urgente con la consejera Paneque y también una visita sobre el terreno para trasladarle su oposición.
Aspectos negativos
Los principales aspectos negativos de la planta que señalan son que no responden con las necesidades ganaderas reales, que no se ha demostrado de dónde provendrán las materias a tratar y que la infraestructura necesitará al menos un 50% de residuos no locales. Monfort ha asegurado que en 25 kilómetros a la redonda, no hay producción suficiente de purines para abastecer la demanda de una planta de estas características y por ello están convencidos de que se utilizarán otros tipos de residuos industriales para generar el biogás, con el perjuicio que ello comportará por la salud de las personas.
Otro de los factores en contra de la planta es la excesiva presión sobre las infraestructuras viarias que prevén que tendrá, ya que se multiplicará el tráfico de camiones.
Para los alcaldes, la sobredimensión del proyecto rompe con cualquier idea de sostenibilidad, y la ven como una fábrica de combustible con una lógica industrial, mucho más cercana a una petroquímica que a una instalación energética pensada para garantizar autonomía local.
Además, alertan de que la planta se contempla en suelo agrario protegido, en un espacio de gran valor ecológico y de proximidad a zonas de especial protección de aves, por lo que consideran que se vulneran normativas ambientales y urbanísticas.
También le han enviado la carta a Javier Prados, director de Copenhagen Infraestructure Service Co (CIP), promotora del proyecto.
Por su parte, los promotores han respondido a la carta de los contrarios al proyecto asegurando que éste es un ejemplo de economía circular y sostenibilidad para el campo. En este sentido, afirman que subproductos volverán a los campos como biofertilizantes naturales, cerrando así el ciclo y aprovechando recursos.
También reiteran que cuentan con el compromiso de más de 300 ganaderos de la Noguera, el Pla d'Urgell y el Urgell, que se han adherido al proyecto para garantizar hasta 480.000 toneladas de deyecciones anuales para transformarlas en biometano.
También recuerdan que el Govern ha calificado de importancia estratégica el proyecto.