Vigilantes privados en las piscinas de Tàrrega para evitar restos fecales en el agua

Lleida

El sábado las instalaciones cerraron al hallarse por tercera vez en una semana excrementos humanos en el agua

Piscina de verano de Tàrrega

Piscina de verano de Tàrrega

ACN

Las piscinas de Tàrrega han reabierto este domingo con la presencia de dos agentes de vigilancia de seguridad privada después de que el Ayuntamiento se haya visto obligado a evacuar a los bañistas hasta tres veces en una semana por la presencia de excrementos en el agua. Uno de los agentes vigila a los bañistas dentro del agua, mientras que el segundo controla los accesos al recinto. Los agentes de seguridad privada estarán presentes en las instalaciones hasta final de temporada, el 7 de septiembre. El consistorio ha impulsado estas medidas tras los reiterados actos incívicos que sospechan que están relacionados con un reto viral en las redes sociales y que también se han repetido en cerca de una decena de piscinas municipales de la provincia de Lleida.

Uno de los agentes se encarga de vigilar por todo el recinto para detectar posibles acciones sospechosas, mientras que otro controla los accesos y revisa bolsas y mochilas. “Parece ser que los excrementos se traen en una bolsa desde casa”, ha la alcaldesa de Tàrrega, Alba Pijuan.

“Hay que hacer lo que sea necesario para que el equipamiento continúe funcionando en plena ola de calor”

Con el fin de tener un control de los usuarios, las personas que adquieran la entrada diaria al recinto deben hacer constar su DNI en una lista, mientras que la entrada de quienes tienen abono de temporada ya queda registrada en el momento. “No nos gusta aplicar medidas extremas, pero hay que hacer lo que sea necesario para que el equipamiento continúe funcionando en plena ola de calor”, ha considerado Pijuan.

En el caso de la capital del Urgell, el primer acto incívico se detectó este miércoles y el hecho se repitió viernes y sábado. “Si encontramos al culpable, debe ser in fraganti”, ha dicho Pijuan, quien ha recordado que “estos actos no son menores, sino que constituyen un delito penal contra la salud pública con penas de 6 meses a 4 años de prisión”, ha sentenciado. Asimismo, la alcaldesa ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para que “si ven algo extraño, lo comuniquen”.

Una vez se detecta la presencia de heces en el agua de las piscinas municipales, los responsables del equipamiento deben avisar al consistorio y evacuar a los usuarios del agua. “Nosotros dejamos abierto el recinto como refugio climático, ya que hay árboles que dan sombra y siguen funcionando tanto la piscina pequeña como las duchas”, ha señalado Pijuan. 

Este domingo se ha prohibido el baño en las piscinas municipales de Camarasa (Noguera) por el incívico reto viral

A nivel técnico, el agua debe pasar por un periodo de hipercloración para eliminar cualquier bacteria. “Después hay que dejar pasar unas horas para que baje el nivel de cloro y no afecte a la salud de las personas. Es un proceso de 12 horas”, ha afirmado Pijuan.

El de la capital del Urgell no es el primer equipamiento municipal que ha tenido que restringir el baño a causa de la presencia de heces en el agua en lo que va de temporada, pero sí es el que ha sufrido la gamberrada más veces. Precisamente este domingo también se ha prohibido el baño en las piscinas municipales de Camarasa (Noguera) y este sábado la población tampoco pudo bañarse en Bellpuig (Urgell). De hecho, a lo largo de este verano también se han cerrado otras piscinas como las de Alcarràs y Almacelles, en el Segrià. En este último caso, se ha restringido el baño en dos ocasiones.

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