Aficionados a la caza de las comarcas de Lleida han inaugurado este jueves la media veda que permite cazar especies como la paloma torcaz, la codorniz, la urraca y el estornino común. Como novedad y después de cuatro años, también se puede volver a cazar la tórtola eurasiática, aunque con limitaciones, ante la recuperación de la población de esta especie en los últimos años.
Tradicionalmente, la media veda da el pistoletazo de salida a la temporada de caza, aunque este inicio se ha ido diluyendo por las sobrepoblaciones de especies como el conejo, el jabalí o el corzo, que hacen que en la práctica se pueda cazar, prácticamente, todo el año.
La temporada de caza finalizará el 29 de marzo de 2026, con el período del jabalí. En cuanto a la media veda, en Lleida se alargará todos los jueves, sábados, domingos y festivos hasta el 11 de septiembre, mientras que en el resto de Cataluña se limita a cuatro días: el 24 y 31 de agosto y el 7 y 14 de septiembre.
El presidente de la Federación Territorial de Caza en Lleida, Antoni Vilarrubla, ha explicado que el inicio de la media veda es un día “muy esperado” por el sector, ya que simboliza el inicio de una nueva temporada.
En los últimos años, este inicio se ha retrasado unos días -tradicionalmente se iniciaba el 15 de agosto-, algo que el sector vive con resignación, ya que esto significa menos días para salir. Sin embargo, remarcan que son “conscientes” de que es necesario adaptarse a los cambios. “El cambio climático modifica la migración de las aves y debemos tratar de adaptarnos a estos cambios”, explica Vilarrubla.
Una de las principales novedades de esta media veda es que, después de cuatro años, se podrá volver a cazar la tórtola eurasiática. Será con limitaciones y sólo durante dos días, el 7 y el 14 de septiembre. Así, sólo se podrá cazar esta especie en los cotos que lo hayan solicitado de forma específica y los cazadores tendrán que notificar cada captura a través de una aplicación móvil.
Frena la caída de cazadores en Lleida
El sector de la caza lleva años alertando de la pérdida de aficionados. En la demarcación de Lleida, en unos diez años se ha pasado de 12.000 cazadores a casi la mitad. Desde la Federación Territorial de Caza en Lleida, sin embargo, se muestran optimistas que este año podrán empezar revertir la pérdida de cazadores.
De momento, Vilarrubla ha explicado que se ha “frenado” la caída de federados y prevé que este año podrán “repuntar” por el creciente interés que muestran los jóvenes. El presidente territorial señala que se trata de una colectivo mayoritariamente envejecido y, por eso, están trabajando para atraer a gente joven y mujeres. Actualmente existen unos 7.000 socios.