Natxo Castellarnau es un ganadero de Alins, un pequeño pueblo del Pallars Sobirà (Lleida). Gracias al GPS de los collares de geolocalización que llevaba el año pasado una de sus vacas, que pasan el verano en la montaña, pudo demostrar que la había matado un oso. Así pudo cobrar la indemnización de Departament d’Agicultura. Al detectar _por el GPS_ que no se movía, acudió con rapidez y la administración pudo atribuir el ataque a un oso.
Días después, Natxo Castellarnau volvió a la montaña. Encontró animales muertos. No llevaban collar. Hacia días que habían fallecido y los buitres prácticamente se los habían comido. No pudo demostrar que los había matado un oso. Este verano les ha puesto collares a todas sus vacas, algunos del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) y otros suyos, todos conectados a las antenas del IRTA que también interpreta los datos.
A punto de finalizar el Smartwelgraz, el proyecto con ayuda estatal en el que participaba con la Universidad de Córdoba, desde hace más de cinco años, el instituto de investigación del Departament d’Agricultura, quiere seguir dando cobertura a los ganaderos del Sobirà y participa en otro proyecto con el mismo objetivo de la European Partnership for Animal Health and Welfare, con un presupuesto similar, 200.000 euros.
“Los dos tienen como finalidad la utilización de nuevas tecnologías, sobre todo de geolocalización, para ver si podemos monitorizar el bienestar, el comportamiento y estado de salud de los animales”, asegura Toni Dalmau, investigador del IRTA.
Neus Artigas en una antena del IRTA.
En el Smartwelgraz, planteado para digitalizar la ganadería la Universidad de Córdoba trabajó la gestión de pastos y el IRTA la gestión de rebaños. En el proyecto del European Partnership for Animal Health and Welfare ya no participa la Universidad andaluza y sí catorce socios de países europeos, la mayoría con ganadería intensiva.
El gran servicio que ofrece el IRTA es la instalación y mantenimiento de las antenas de cobertura de SigFox y LoRa que permiten a los ganaderos es saber donde están sus animales. También colabora con la administración local que tiene antenas algunas antenas.
Una vez monitorizado el animal, el collar da más datos además de su ubicación. “lo que hemos visto que somos capaces de ver con facilidad es detectar partos, importante porque normalmente el ganadero tiene miedo de enviar animales gestantes a la montaña por temor a no poder recuperarlos si hay algún problema.
Una yegua con un collar de geolocalización.
Con los collares los investigadores han visto que el cambio de actividad del animal durante las 24 horas antes del parto permite al sistema detectar que se aleja del grupo y si diariamente camina ocho kilómetros baja a uno. El sistema envía una alarma. También detecta si hay un animal cojo.
“Son ejemplos _afirma Dalmau_ de como las nuevas tecnologías permiten tener datos de la ganadería extensiva que a diferencia de la intensiva no tiene vigilancia todo el tiempo.
“Si un animal anda cada día 8 kilómetros y un día solo uno salta la alarma, probablemente es una vaca que va a parir y si de golpe los animales se dispersan, puede deberse a cambios climatológicos o a la presencia de depredadores”, afirma Dalmau.
Los investigadores han cogido muestras de cortisol y han podido demostrar algunos ataques de osos. En cinco años los ganaderos del proyecto han tenido tres ataques en vacuno y catorce en ovino.
“Cuando hemos podido hemos cogido muestras de heces en los animales 24 horas después del ataque para analizar el cortisol como indicador de estrés y lo que hemos visto en algunos casos es que el cortisol, el día después del ataque se multiplica en algún caso por dos y en una ocasión por tres de lo que sería el cortisol basal, de las muestras que tomamos de forma continuada”, explica Dalmau.
El IRTA ha contratado a Neus Artigasa para asegurar el mantenimiento de las antenas y la conectividad con los collares.
Para Natxo Castellarnau es importante ampliar la cobertura móvil en la zona, lo que _afirma_ “no solo facilitaría el servicio a la ganadería sino también el de las emergencias y otras muchas actividades”.

