Ante la indicación del Gobierno de Ayuso de evitar movilizaciones en los colegios a favor de Palestina de la semana pasada, las asociaciones de familias de los colegios madrileños se movilizan. Un total de 1.200 Ampas (200 bajo el paraguas de Confapa y unas 1.000 asociaciones federadas en la Federación Giner de los Ríos) están suscribiendo comunicados estos días para llevar a cabo actuaciones un día a la semana bajo el lema “Martes con Palestina”.
Por ahora se han adherido al manifiesto 177, pero estos días en la mayoría de los colegios se están celebrando las asambleas de las asociaciones de padres y madres por el arranque del curso y en esas reuniones es donde se aprueba la adhesión. Incluso, hay colegios que no se va a votar dicha propuesta, pero apoyan las iniciativas promovidas por Marea Palestina.
Entre las actuaciones propuestas destacan concentraciones en las entradas y salidas de los centros escolares, la realización de talleres de pintura con banderas, sandías u otros símbolos de apoyo al pueblo palestino. De hecho, se está preparando una gran marcha nocturna el próximo 10 de octubre, con muchas entidades para visibilizar el apoyo de la comunidad educativa.
Respuesta masiva
Según Marta Molina, participante de una de las Ampas adheridas a la Plataforma Marea Palestina, se van a promover actuaciones “que defiendan y trasmitan a la comunidad educativa la importancia de respetar y hacer cumplir los derechos humanos y el rechazo sin bagajes de cualquier tipo a la masacre sobre civiles indefensos que hoy se está viviendo en Gaza”.
Esta respuesta masiva de buena parte de Ampas, agrupadas en las dos grandes confederaciones, responde al anuncio de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid realizado la semana pasada de prohibir cualquier tipo de manifestación o acción de denuncia en los centros escolares. Ayuso señaló que “no iba a consentir la instrumentalización de los centros escolares para hacer guerra ideológica”. De hecho, algunas direcciones de centros escolares comunicaron por escrito a sus respectivas comunidades escolares que en aras de “un principio de neutralidad” no iban a permitir reivindicaciones políticas de ningún tipo.

Un niño con un cartel ayer en un colegio de Madrid.
Para Fernando Mardones, portavoz de Confapa, “estas palabras chocan con el apoyo que recibió el pueblo de Ucrania cuando empezaron los ataques por parte de Rusia, momento en el que las familias y el resto de la comunidad educativa llevamos a cabo acciones de protesta y de promoción de la paz en los centros, con el visto bueno, no ya de las direcciones, sino del gobierno regional”.
Desde las 1.200 asociaciones representadas en las grandes confederaciones de Madrid se reclama al Gobierno de Ayuso que “dejen de hostigar a los equipos docentes y a las familias por mostrar su apoyo a la población palestina”. Poco a poco se van sumando. En este caso, cada Ampa tiene la última palabra y se va sumando a las iniciativas que proponen las familias en cada centro.