El colectivo de víctimas del terrorismo Covite ha contabilizado un total de 135 actos de apoyo a los presos de ETA durante las fiestas estivales de la comunidad autónoma de Euskadi y la comunidad foral de Navarra. En un comunicado, Covite ha explicado que en 26 de estos casos fueron los ayuntamientos -en todos los casos gobernados por EH Bildu- los que facilitaron su celebración e, incluso, los incluyeron en los programas de fiestas.
El resto, según han indicado, “fueron promovidos directamente por EH Bildu y Sortu como partidos políticos” y por asociaciones del entorno de la izquierda abertzale, entre las que cita la red ciudadana en favor de los presos Sare.
Covite denuncia que presentan a “los miembros de ETA como héroes dignos de reconocimiento”
Los actos de apoyo a reclusos de la organización terrorista consistieron en la colocación de pancartas, pintadas y carteles con rostros de miembros de ETA encarcelados, acompañados de mensajes que reclaman su excarcelación, así como brindis, bailes y conciertos en los que se ensalzaba la figura de miembros de ETA condenados, según indicaron
“Su presencia en charangas, txosnas y comparsas favorece que las nuevas generaciones asimilen una visión distorsionada de lo que fue el terrorismo, al presentar a los miembros de ETA como héroes dignos de reconocimiento y merecedores de impunidad”, ha reflexionado la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez.
La hermana de Gregorio Ordóñez, concejal del PP asesinado por ETA, se ha preguntado cuál sería la reacción si en las fiestas populares se pidiera “la liberación de violadores o pederastas” “y se exhibieran sus fotos como si fueran héroes”.
Asimismo, Ordóñez ha criticado la actitud de la mayoría de los ciudadanos ante estos hechos: “Salvo honrosas excepciones, una parte de la sociedad asiste impasible y sin protestar a la utilización de los espacios festivos por la izquierda abertzale para exaltar a asesinos y a condenados por delitos de terrorismo muy graves”.
La presidenta de Covite ha recordado que en el Parlamento vasco existe una propuesta legislativa para sancionar administrativamente este tipo de actos, a través de un régimen “calcado” al que establece la ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi.
A su juicio, “no basta con lamentar estos hechos cada año; es necesario proporcionar a las autoridades las herramientas legales y operativas para sancionar de forma inmediata a quienes promuevan cualquier manifestación pública que glorifique a ETA y sus miembros”.

