La Comunidad de Madrid y la Generalitat Valenciana, ambas gobernadas por el PP, han coincidido hoy en su objetivo común de luchar contra el “intervencionismo” de la Ley de Vivienda impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez. Durante un encuentro en la sede de la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de Madrid, el consejero Jorge Rodrigo y la vicepresidenta valenciana Susana Camarero han abordado las políticas aplicadas por ambos gobiernos, especialmente en materia de vivienda.
Rodrigo calificó la Ley de Vivienda de Sánchez como “nefasta” y afirmó que genera “incertidumbre”. Ambos representantes subrayaron la necesidad de trabajar conjuntamente para promover la construcción de viviendas, tanto públicas como privadas, como única solución para reducir los precios. “La política de vivienda debe centrarse en aumentar la oferta para que los precios bajen”, señaló Rodrigo.
Ambas autonomías califican la Ley de Sánchez de “nefasta”
Además de la vivienda, ambos gobiernos abordaron la colaboración en materia de transporte. La Comunidad de Madrid envió 45 autobuses y 90 conductores a Valencia para apoyar a las zonas afectadas por la DANA, donde el servicio de MetroValencia quedó interrumpido. Actualmente, 25 autobuses y más de 50 empleados siguen prestando servicio en la zona. Camarero agradeció el apoyo de Madrid y destacó el esfuerzo del gobierno valenciano por reconstruir y ayudar a los afectados.
Camarero también criticó la gestión de la delegada del Gobierno en Valencia, Pilar Bernabé, por su tardanza en reconocer su responsabilidad en la movilización de recursos estatales durante la emergencia. La vicepresidenta valenciana exigió explicaciones sobre por qué no se actuó a tiempo para evitar daños mayores, como el aumento del caudal del barranco del Poyo o la falta de cortes en vías clave como la A-3 y la A-7. Además, cuestionó por qué no se activaron todos los cuerpos de seguridad para evitar robos y pillajes en las zonas afectadas.
Camarero instó a Bernabé a asumir su responsabilidad y explicar las decisiones tomadas durante la crisis, señalando que su “nerviosismo” en las declaraciones públicas podría ser un intento de ocultar la inacción del Gobierno central. “Pedro Sánchez huyó de Paiporta el 3 de noviembre y no ha vuelto para estar con los afectados”, concluyó.
Ambos gobiernos reafirmaron su compromiso de trabajar juntos para abordar los desafíos comunes y mejorar la gestión de futuras emergencias.