El nuevo informe, en este caso económico, sobre la dana de Valencia, vuelve a incidir en la necesidad de coordinación entre administraciones públicas. En concreto, el informe de evaluación seis meses después del desastre que emitió ayer Cámara Valencia apunta a “la urgente necesidad de una mejora en la coordinación entre las distintas administraciones públicas (Gobierno central, Generalitat Valenciana, diputaciones y ayuntamientos) para agilizar la recuperación económica y garantizar la supervivencia de las empresas locales”. La idea ya la refrendaba recientemente el informe presentado por la patronal valenciana, la CEV, y a la misma le daba valor su presidente, Salvador Navarro, al volver a pedir la comisión mixta entre Generalitat Valenciana y Gobierno.
Otra de las conclusiones del informe apela directamente al Consorcio de compensación de seguros, de quien dice el estudio que debe hacer frente “en el menor plazo posible” a la totalidad de las solicitudes presentadas por las empresas industriales damnificadas. “La inyección de liquidez al tejido empresarial es fundamental para aumentar el dinamismo económico de las comarcas afectadas”, reconoce la Cámara de Comercio de València.
Al respecto, la última actualización del Consorcio -con fecha 16 de abril- cifra en 2.903 los pagos realizados a industrias, por un valor superior a los 296 millones de euros. En porcentaje de gestión de solicitudes, se sitúa en el 68,6%. Desglosado, el número más elevado de solicitudes de industrias se ha producido en Riba-roja del Túria, con 629; seguida de Catarroja, con 390 o Beniparrell, con 346.
Riba-roja del Túria, Catarroja o Beniparrell son los municipios con más industrias solicitantes de indemnización al Consorcio
Asimismo, el estudio de Cámara Valencia aboga porque la tramitación de la reparación de infraestructuras se haga por el procedimiento de emergencia previsto en la Ley 9/2017, recuerdan, tal y como se hizo con las medidas urgentes adoptadas para afrontar la pandemia de la COVID-19. Y piden “especificar y concretar las partidas de gasto que podrían tramitarse mediante dicho procedimiento, incluyendo las mejoras en las infraestructuras dañadas”.
Con todo, la más destacada conclusión del informe es la de la asimetría en la recuperación empresarial, dependiendo del tamaño de las empresas. Avisa Cámara Valencia que las micropymes, “con escaso pulmón financiero y por tanto más necesitadas de las ayudas públicas y de los pagos del seguro”, han visto mucho más limitado su proceso de reapertura y recuperación. Asimismo, las empresas valencianas se reivindican y señala el informe que son ellas “las que reiniciaron la reactivación económica. El esfuerzo realizado por las empresas para retomar la actividad ha sido inconmensurable”, alerta.