Francisco Camps se ha convertido en un incordio para la actual dirección del PP valenciano, que preside Carlos Mazón. El acto convocado hoy por el expresident valenciano en el edificio Veles e Vents se define como un evento para conmemorar los 30 años de la victoria que llevó al PP de Eduardo Zaplana, con el apoyo de la extinta Unión Valenciana, a acabar con el gobierno socialista de Joan Lerma e iniciar un periodo hegemónico que duró 20 años. Pero la cita es también un acto que tiene una doble reivindicación: la exigencia de Camps de que se le tenga en cuenta ante el hecho de que ni Mazón y Feijóo han querido escucharle y, también, para exigir un congreso regional que pulse la opinión de la militancia ante al crisis que sufre la Generalitat Valenciana por la gestión de la dana.
La cita incluye la exigencia de Camps de que se le tenga en cuenta ante el hecho de que ni Mazón y Feijóo han querido escucharle
Lo cierto es que la convocatoria, muy dinamizada en las redes sociales, ha generado un gran malestar en el Consell de Mazón. Fuentes del ejecutivo autonómico no ocultan su inquietud por el efecto que pueda tener ante la opinión pública una reunión que traslada el descontento del “viejo PP” ante la situación de un partido que lo está pactando todo con Vox para garantizar la estabilidad del gobierno. Se valora, también, que Camps está intentando reactivar al PP de la provincia de València frente a los populares de Alicante, que son los que controlan la Generalitat y la formación política. Y se presume que, aunque Camps lo niega, el expresident esté intentando marcar perfil para optar en un futuro a encabezar alguna candidatura.
Los organizadores del evento esperan hoy reunir a más de 1.500 personas. Para llegar a la cita de hoy, el expresident ha estado realizando desde hace más de dos años a lo largo de la Comunidad Valenciana diversos actos que se han intensificado con motivo de la presentación de su libro Reenfocando España (Libros Libres), presentado en Castellón, València, Alicante o Sueca, entre otras ciudades y localidades.
No es ningún secreto que Francisco Camps tiene ganas de volver a la primera línea política, pero según ha dejado claro a su gente no busca, en principio, encabezar futuras listas sino que el partido le tenga a él, y a su gente, en cuenta una vez ha sido absuelto de todos los procesos judiciales a los que ha estado sometido (queda por resolver un recurso del PSPV contra la opinión de la fiscalía ante el Supremo por su última absolución de una pieza del caso Gürtel). A pesar de las decisiones judiciales, el expresident, se ha sentido apartado tanto por Alberto Núñez Feijóo como por el propio Carlos Mazón, que no han contactado en ningún momento. A ello se une que un sector del PP de la provincia de Valencia, especialmente antiguos cargos institucionales, han encontrado en Camps una manera de reivindicar su presencia en un momento en el que el PP valenciano está dirigido por los populares de Alicante.
No es ningún secreto que Francisco Camps tiene ganas de volver a la primera línea política
Camps ha trasladado a su equipo que “este partido languidece fundamentalmente por la incapacidad de dinamizar la actividad de la militancia”. Estas fuentes subrayan su obsesión “por recuperar el espacio hegemónico del PP” contra la fragmentación del voto de la derecha “que ha dejado a Carlos Mazón a merced de Vox”. Meses atrás, el expresident y su gente pidieron a Génova que se convocara el congreso ordinario. El objetivo era, entre otros, obtener una cuota de poder orgánica y, también, condicionar la estrategia de un partido que ahora sufre el cuestionamiento de su líder por la gestión de la dana. Este aspecto no pasa inadvertido para Camps y su entorno: “debemos abrir una reflexión interna y preparar al partido para el combate de 2027, no podemos correr el riesgo de hacerlo meses antes de las elecciones”.
La movilización de Camps ha logrado reunir a un grupo significativo de excargos y militantes descontentos que han organizado grupos de trabajo en las tres provincias. Entre ellos destacan figuras como Sonia Castedo, Mercedes Alonso, César Augusto Asencio y Miguel Campoy, así como exalcaldes y exconcejales de diversas localidades. Este respaldo indica que Camps sigue teniendo no pocos simpatizantes dentro del partido, especialmente entre aquellos que se sienten marginados por la actual dirección.