Robots para estimular la actividad física y la calidad de vida de las personas mayores. Esa es la propuesta que se ha presentado hoy en el Hogar Provincial de Alicante. Allí residen ancianos con problemas de movilidad a los que se ha animado a participar en un proyecto piloto en el que los los robots sociales G02 y Peppers deben fomentan la realización de actividad física moderada entre los residentes.
Ambos robots-asistentes, desarrollados por investigadores de la Universidad de Alicante, tienen como objetivo promover el envejecimiento activo y la reducción del sedentarismo en el colectivo. Los investigadores analizarán si su actividad influye en la actitud de los usuarios hacia el ejercicio y mejora -o no- su estado de ánimo.
G02 tiene un aire canino: consta de cuatro patas articuladas, una cámara delantera y un sensor para la detección de obstáculos
G02 tiene un aire canino: consta de cuatro patas articuladas, una cámara delantera y un sensor para la detección de obstáculos, lo que permite crear mapas en tiempo real para un movimiento eficiente en el espacio del que dispone. Puede ser dirigido por control remoto, pero también cuenta con capacidad para seguir a la persona que camina gracias a una pequeña pinza que se sujeta en la ropa del usuario. Realiza otras acciones como saludar, saltar, bailar, agacharse y mantiene un sistema de comunicación, gracias a su inteligencia artificial, basado en preguntas sencillas. Peppers tiene aspecto humanoide.
El presidente de la Diputación -organismo que gestiona el Hogar- ha destacado tras el acto, en el que han participado tanto residentes del Hogar Provincial como niños y niñas de la Escuela Infantil del centro, que esta iniciativa tiene como finalidad “acercarles la robótica social para enfrentar retos que tiene nuestra sociedad”.

Un grupo de residentes sigue con interés la actividad de los robots.
“La tecnología tiene que estar al servicio de las personas y desde la Universidad de Alicante siguen investigando y evolucionado para mejorar sus conceptos, sus contenidos y sus posibilidades”, ha declarado Toni Pérez, quien ha recordado que, actualmente, “tenemos más proyección de vida y nuestras necesidades también crecen, por tanto, estos soportes nos ayudan mejorar nuestro bienestar”.
La aplicación del robot asistente puede ayudar a la formación y mejora de la competencia digital de los participantes en este proyecto que aprenden a interactuar con este tipo de inteligencia. El estudio que se obtenga de esta iniciativa servirá como hoja de ruta para futuras investigaciones en robótica social, relacionadas con el envejecimiento y la actividad física, destacando la importancia del tratamiento ético de datos personales y la personalización de los asistentes en función del contexto de uso.