De los campos de cultivo que Miquel Soriano cultiva en Massalavés, en la Ribera Alta, salen hasta 30 tipos de flores comestibles diferentes, pero las más conocidas son las violas, dice. Pequeñas flores de color llamativo que compiten con la flor de ajo, la de geranio o la capuchina, de un color que baila entre el amarillo y el rojo, y de sabor “ligeramente” especiado. “Marida bien con tartares y carnes”, explica este empresario de Algemesí, especializado en micro vegetales gourmet, que ha ido aprendiendo gastronomía a fuerza de dar a conocer las múltiples posibilidades de un producto que cataloga de “agricultura de precisión”.
Fundador de la empresa Massa Greens, Soriano trabaja desde Lanzadera, la aceleradora de empresas de Marina de Empresas en València, puliendo este proyecto de negocio que ya camina solo, pero al que quiere dar aún más alas. “Estamos tratando de llegar a los supermercados, porque en Europa del norte este tipo de flores sí que las puedes encontrar en los supermercados. Ese es nuestro objetivo”, asegura el empresario.
Massa Greens se fundó en 2019, cuenta con 20 trabajadores y factura un millón de euros
Que los usuarios puedan comprar flores de caléndula, por ejemplo, en su establecimiento habitual para decorar y enriquecer sus platos, es el horizonte de la empresa, con seis años de trayectoria y una rentabilidad “demostrada”, explican. Su facturación en 2024 ascendió a un millón de euros y ya suma una veintena de empleados.
El CEO explica que su tradición familiar agrícola, vinculada al territorio, tuvo mucho que ver en esta aventura empresarial. “Empecé en 2008 en una empresa de frutas y verduras, pero llegó la concentración del sector y las empresas más pequeñas no tenían cabida, así que buscando alternativas acabé dando con este sector y pensé que había mercado. Hasta entonces las micro flores y los brotes solo se vendían en mercados de abastos”, rememora Soriano.
Sirve principalmente al canal de hostelería, a través de distribuidores de alimentación, pero la aspiración de su fundador es que “puedas hacerte una pizza con micro brotes o una ensaladilla rusa con flores, que sea fácil”. También se asesoran con cocineros para dar respuesta a los clientes que preguntan por las posibilidades de su producción. Y aunque no es la suya agricultura ecológica por el agua de riego que utilizan, la que abona los campos, sus cultivos son “sostenibles y de residuo cero”.
Además, explica su máximo responsable, todos los productos tienen certificado sanitario “y todos los productos están incluidos en el registro alimentario”, algo que muchas veces nos preguntan. Sabe del exotismo que aún se asocia a las flores comestibles, cada vez más habituales en la alta cocina, y prepara su difusión en el mercado participando en la próxima edición de la iniciativa ftalks Food Summit, impulsada por la organización valenciana KM ZERO Food Innovation Hub y que tendrá lugar el mes que viene en Valencia. La empresa participará en el “Future Market”, un área de exhibición en el que más de 30 startups agrifoodtech nacionales e internacionales exponen su tecnología y ofrecen degustaciones de alimentos y bebidas innovadoras, avanzando qué productos se podrán encontrar próximamente en los supermercados. Massa Greens espera que sus flores sean uno de ellos.