El pasado día 28 de octubre, un día antes de la dana, la percepción sobre el futuro de Carlos Mazón era marcadamente optimista. Eran pocos los que dudaban de que su Presidencia podía alcanzar, incluso, las dos legislaturas; y la ruptura del pacto de gobierno con Vox, que se produjo en julio, lejos de debilitar al PP parecía reforzarlo tanto en las Corts Valencianes como ante la opinión pública. Con una agenda intensa, y con amplia presencia en las redes sociales, Mazón parecía afrontar la legislatura sin excesivas complicaciones frente a una oposición en fase de reconstrucción: el PSPV en una nueva travesía del desierto y trabajando el nuevo liderazgo de Diana Morant, y con Compromís luchando por sobreponerse a los efectos que la ausencia de Mónica Oltra el 28-M. Pero el día 29 de octubre una dana mató en Valencia a 228 personas y provocó centenares de miles de damnificados, y la situación de Mazón se instaló, de lleno, en la incertidumbre sobre su futuro a causa de su gestión y la de su equipo de Emergencias.
Carlos Mazón con María José Català en la noche electoral del 28-M
Hoy se cumplen dos años de legislatura valenciana y la percepción ha cambiado radicalmente. Pocos creen que Mazón pueda llegar, en el mejor de los casos, a agotar su mandato, con la indiferencia total de la dirección nacional del PP y de Feijóo. Haber logrado que, hoy también, se aprueben los presupuestos de 2025, gracias al apoyo condicionado de Vox, apenas alivia, en lo político, su situación. El pacto con la derecha extrema para garantizarse la estabilidad le ha obligado a renunciar a consensos que han formado parte del PP valenciano. Los recortes en la promoción del valenciano o a la AVL – “para estrangularla” en palabras de Vox -, a los sindicatos y a la patronal, a la cooperación y a las políticas medioambientales, o el endurecimiento del discurso de la inmigración, entre otros, suponen una renuncia que es, al tiempo, una gran victoria de la derecha extrema.
Carlos Mazón se encuentra en tiempo de descuento, sin que se sepa en qué momento decidirá salir del campo de juego. La solución a su futuro es compleja, pues cualquier alternativa debe contar con el consenso de Vox”
Carlos Mazón se encuentra en tiempo de descuento, sin que se sepa en qué momento decidirá salir del campo de juego. La solución a su futuro es compleja, pues cualquier alternativa debe contar con el consenso de Vox; pero se apunta a que Feijóo difícilmente puede afrontar un combate de unas elecciones generales sin resolver el “problema” valenciano, que sigue acaparando la atención mediática nacional. En paralelo, una instrucción judicial en marcha, con Salomé Pradas y Emilio Argüeso de imputados, amenaza, directamente, el futuro del president si, finalmente, fuera imputado por el TSJ. Y la falta de reflejos le ha impedido estar al lado de las víctimas de la dana antes que Bruselas o Pedro Sánchez. Dos años después de aquel 28-M, la legislatura valenciana está fracturada por los sucesos de la dana, y en el PP valenciano abundan los que ansían que esta situación se reconduzca, ya sea con un adelanto electoral o con una sucesión que, de momento, parece lejana.
