Trini Simó (València, 1935-2020) fue una reconocida profesora de Historia de la Arquitectura de la Universidad Politécnica de València y una incansable activista vecinal. Formó parte de Salvem el Botànic, el primer Salvem de València, que surgió en 1995 para oponerse al proyecto de construcción de tres torres de 21 alturas en el solar contiguo al Hardí Botànic de la ciudad. Un movimiento que, como sus antecesores -las campañas ciudadanas para salvar El Saler (‘El Saler per al poble’) y la batalla por evitar el asfaltado del antiguo cauce del Túria (‘El Llit del Túria és nostre i el volem verd’), sirvió de freno a importante y polémicos proyectos urbanísticos. La lucha por el Botànic fue el germen de otras reivindicaciones como Salvem El Cabanyal o Salvem La Punta. Simó falleció en 2020 sin ver materializado su deseo de ampliación del Botànic, pero sí con el convencimiento de que los hoteles que se querían levantar no se harían.
En marzo de 2017, la asociación Salvem el Botànic anunciaba su disolución tras 22 años de activismo en defensa de este jardín, después de que los terrenos donde se iba a construir ya hubiesen sido adquiridos por el Consistorio. Se logró también la calificación urbanística de zona verde.
Sin embargo, desde 2017 han tenido que pasar 8 años y tres ejecutivos locales distintos para que la iniciativa de crear un nuevo espacio verde 8.330 metros que junto al Jardín de las Hespérides y el Jardí Botànic generaran un nuevo e importante pulmón verde para la ciudad. El anterior gobierno de Compromís y PSPV dejó el proyecto preparado y la nueva corporación de PP y Vox ha decidido seguir adelante. De hecho, la derecha extrema intentó quitar el nombre de la activista vecinal al futuro jardín, pero el PP no cedió.
Ayer, la alcaldesa de València, María José Catalá, visitó las obras y apuntó que es “un jardín esperado durante más de 30 años por los vecinos de València y la verdad es que nos ha hecho muy felices poder iniciar este jardín maravilloso para la ciudad”. Hay que recordar que la batalla ciudadana empezó en 1995 en la época de Rita Barberá.
El PP ha optado por mantener el proyecto después de cambiar otras que apostaban por zonas verdes y renaturalizaciones
De hecho, los populares sí que han optado por cambiar proyectos del anterior gobierno progresista como la renaturalización de la avenida Pérez Galdós o el proyecto del Corredor Verde para el bulevar Federico García Lorca, uno de los actuales caballos de batalla entre la oposición y la corporación municipal.
No es el caso del Jardí Trini Simó. Catalá explicó que, después de tres décadas de reivindicación, el espacio “estará dedicado a los cítricos, a la agricultura tradicional valenciana y la técnica empleada, los materiales empleados, están muy cuidados, son muy tranquilos, con una técnica muy tradicional, intentando recuperar el suelo hidráulico y el suelo de Nolla que encontramos para poder reutilizarlo e intentando evocar las antiguas tapias, las celosías valencianas y la vegetación y la arquitectura de las típicas alquerías valencianas”.

La alcaldesa de València, María José Catalá, escucha las explicaciones durante una visita a las obras.
El nuevo espacio verde, señaló el consistorio en un comunicado, se configura como un nuevo jardín hortofrutícola inspirado en la producción alimentaria valenciana. Reproduce también los cajeros de acequias para el riego de los campos, los caminos bordeados por plantas, los porches de parra para la sombra y los muros con tapial de cal. Está previsto, además, el uso de baldosa fabricada con biomasa de manufactura local.
El conjunto facilitará la accesibilidad, fomentará la biodiversidad, complementará los huertos didácticos del Jardín Botánico y dispondrá de espacios para el descanso y la reunión. Finalmente, el nuevo jardín estará conectado con el Jardín de las Hespérides mediante una pared medianera construida con técnicas tradicionales y que dará continuidad a los dos espacios. El objetivo de estas intervenciones pretende generar una red de espacios nuevos y renaturalizados interconectados dentro de la trama urbana.
Habrá mucha conexión entre el Jardín Botánico, el Jardín de las Hespérides y el Jardín Trini Simó
En este sentido, Catalá indicó que “el proyecto incorpora también dos zonas centrales que desarrollará la Universitat de València y, por lo tanto, habrá mucha conexión entre el Jardín Botánico, el Jardín de las Hespérides y el Jardín Trini Simó. La verdad es que el proyecto es un buen proyecto, estamos contentos y permitirá un pulmón verde maravilloso para la ciudad de València”.
Compromís alerta de que el retraso en las obras puede hacer perder ayudas europeas
La portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de València, Papi Robles, denunció ayer que el retraso del gobierno del PP y Vox para empezar a ejecutar las obras provocará que a fecha de 31 de diciembre de este año estas todavía no estén terminadas lo que supondrá perder parte de los fondos europeos.
Robles quiso agradecer a Salvem el Botànic su lucha por evitar que en el solar de Jesuitas se construyera un hotel: “Es la lucha ciudadana la que ha evitado barbaridades y ha posibilitado que València avance hacia una ciudad más sostenible y saludable. Lo vimos con el Jardín del Turia, donde estaba proyectada una autopista, también en el Saler y en el antiguo solar de Jesuïtes donde, gracias a Salvem el Botànic y a activistas vecinales como Trini Simó, ahora se hará un gran jardín, un nuevo pulmón verde para València que podrá disfrutar toda la ciudadanía”.