“Drama”, “demoledor” o “desastre sin paliativos” son solo tres de los comentarios que ayer realizaban cargos del PSPV tras las revelaciones de la UCO y la forzada dimisión de Santos Cerdán. Los representantes de la federación valenciana reconocían, 24 horas después de que se conociera el demoledor informe de la Guardia Civil, que todavía estaban en “shock” y no ocultaban su temor de que las revelaciones fueran a más en las próximas semanas. Con todo, aplaudían la rápida reacción del presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, con la duda, eso sí, de que fuera suficiente para zanjar una crisis que las fuentes consultadas consideran que provocará un antes y un después en la legislatura.
En este contexto, diputados del grupo parlamentario admitían que ahora el “foco mediático se trasladará a Madrid” y que el “gran beneficiado de todo esto es Carlos Mazón”, el presidente de la Generalitat Valenciana al que consideran “zombi político”. Un diputado incluso se preguntaba hasta qué punto podrán seguir haciendo oposición pues cualquiera que sea su crítica podrá ser rebatida con los contendidos de las grabaciones.
En la sesión de control de jueves ya pasó un poco esto (todavía no se conocía el contenido del informe de la UCO) y el jefe del Consell tiró de los registros en la casa del valenciano José Luis Ábalos para tapar las acusaciones de mala gestión por la dana. Si la oposición de izquierdas ha tenido desde hace meses el comodín del Ventorro, ahora Mazón tiene el de la corrupción de los que fueran secretarios de organización del PSOE.
Desde la dirección del PSPV admitían ayer a este periódico que lo sucedido “afecta al estado anímico” de los socialistas valencianos, pero rápidamente trataban de puntualizar que la intervención de Pedro Sánchez tras conocer los hechos ha puesto de relieve “una gran diferencia respecto a un PP: mientras ellos tapan los casos de corrupción, nosotros tomamos medidas por dolorosas que sean”. En esta línea, recuerda que, durante estos dos años de gobierno en la Comunidad Valenciana, el Partido Popular se ha dedicado a acabar con las medidas de transparencia y control.
El PSPV trata de contraatacar para poner el foco en que Mazón “sobrevive sobre el sufrimiento de las víctimas de la dana”
Además, esgrimen en la cúpula del PSPV, que el proyecto del puño y la rosa continúa y más ante un presidente de la Generalitat “que sobrevive sobre el sufrimiento de las víctimas de la dana”. Los socialistas no ocultan tampoco su “preocupación” por el “clima de manifestaciones fascistas y escraches ante las sedes del partido”.
El discurso de la dirección del PSPV casa totalmente con la consigna que emana de la calle Ferraz. De hecho, como ponía de relieve uno de los cargos consultados, esa ausencia de un perfil propio en la federación -la secretaria general, Diana Morant, es ministra del Gobierno de España- hace que el golpe todavía sea más duro. La alineación entre el PSPV y el PSOE es total y no hay crítica alguna a la gestión del Gobierno.
Los dos referentes del PSPV están ligadas por su cargo a Sánchez: si hay elecciones perderían su trabajo
De hecho, los dos máximos estandartes del socialismo valenciano -la propia Morant y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé- están ligados al presidente. Si hubiese un adelanto electoral -algo de momento descartado-, las dos -virtuales candidatas a la Generalitat y a la Alcaldía de València- perderían su cargo público. “Somos los más sanchistas”, suspiraba una voz del partido. Y eso que hasta ahora podría verse como un activo para el electorado progresista puede convertirse ahora en una carga electoral. “Al PP puede que no tanto, pero a la izquierda estos casos nos pasan factura”, reflexionaba un representante del PSPV.