El Ayuntamiento de Valencia ha aprobado este viernes en la Junta de Gobierno Local una partida de 2.875.394,87 euros para la ampliación de la sección 21 del Cementerio General, una obra que ocupará aproximadamente 11.000 metros cuadrados y permitirá la construcción de 2.596 nuevas unidades de enterramiento. Según ha explicado el portavoz municipal, Juan Carlos Caballero, esta ampliación incluirá 1.380 nichos sencillos, 160 nichos adosados a muro y 1.056 columbarios, respondiendo así a la demanda habitual de espacios funerarios y garantizando una reserva suficiente para posibles situaciones extraordinarias, como las vividas durante la pandemia.
La intervención, que se ejecutará en un plazo de 12 meses a cargo de la UTE formada por Agricultores de la Vega y Albero Solanes, también contempla la habilitación de un paso inferior bajo las vías del ferrocarril para mejorar la conexión peatonal entre la sección 14 y la nueva ampliación en la sección 21, facilitando el acceso y la integración del conjunto del cementerio.
Esta ampliación incluirá 1.380 nichos sencillos, 160 nichos adosados a muro y 1.056 columbarios
Sin embargo, esta decisión ha generado un fuerte rechazo por parte del PSPV, que considera que la ampliación del cementerio bloquea definitivamente el desarrollo del Corredor Verde hacia los barrios del sur, especialmente Sant Isidre y Vara de Quart. La concejala socialista María Pérez ha denunciado que el gobierno de María José Catalá (PP) ha optado por una solución que levanta “un muro físico” en lugar de integrar el proyecto funerario con el eje verde metropolitano, tal como proponía el anterior gobierno progresista.
Monolito instalado hoy en el cementerio de Valencia en recuerdo a las víctimas del nazismo en los campos de concentración EFE/ Biel Aliño
Pérez recordó que el máster plan del Corredor Verde incluía una propuesta denominada “Parque del Recuerdo”, que combinaba la ampliación del cementerio con zonas verdes, pasos elevados y sendas peatonales, conectando el espacio funerario con la estación de Sant Isidre, La Rambleta y el entorno urbano. “Era posible y deseable, pero Catalá ha preferido imponer un muro en lugar de un parque”, afirmó la edil, quien acusó al gobierno municipal de tratar al sur de Valencia “como el trastero de la ciudad”.
El PSPV insiste en que la ampliación del cementerio no debería suponer la renuncia al Corredor Verde
El PSPV insiste en que la ampliación del cementerio no debería suponer la renuncia al Corredor Verde, un proyecto que consideran esencial para dotar a los barrios del sur de espacios verdes dignos. “Sant Isidre también merece su pulmón verde, como lo tienen otros barrios de Valencia”, defendió Pérez, quien criticó que el actual equipo de gobierno, formado por PP y Vox, priorice decisiones que rompen con la planificación estratégica de la ciudad y dejen una vez más en el olvido a estas zonas. Por su parte, el Ayuntamiento justifica la medida como una necesidad urgente para garantizar el servicio funerario, especialmente después de la saturación experimentada en los últimos años.
El conflicto refleja una divergencia clara entre dos visiones urbanísticas: una que prioriza la capacidad funeraria inmediata y otra que aboga por un desarrollo integrado que no sacrifique proyectos medioambientales y de cohesión territorial. Con las obras previstas para comenzar en breve, el PSPV no descarta llevar el debate a instancias superiores, mientras que los vecinos de los barrios afectados se mantienen a la expectativa de si, finalmente, su zona contará con el anhelado Corredor Verde o si, por el contrario, quedará relegada una vez más en el reparto de inversiones y oportunidades urbanas.
