El debate lingüístico sobre el topónimo de la ciudad de València lejos de aletargarse con el verano vuelve a estar más vivo que nunca. Este sábado la secretaria general de los socialistas en la ciudad de València, Pilar Bernabé, ha criticado el momento elegido por el Ayuntamiento para activar dicho cambio -”en verano, en agosto, para que no presentemos alegaciones”- y ha asegurado que el Partido Popular de María José Catalá, alcaldesa de la ciudad, “nos lleva a lo de siempre, a usar el valenciano y la lengua como herramiento de confrontación. Buscan volver al pasado. Es la misma política de hace 20 años”, ha añadido.
Bernabé ha hecho estas declaraciones poco antes de reunirse este sábado, en la sede del PSPV de València, con representantes de entidades culturales y sociales valencianas, como Escola Valenciana, Unió Gremial, Unió de Persones Consumidores, Intersindical, UGT-PV, CCOO-PV, ACICOM, así como con Vicent Moreno y el exconseller Vicent Soler. A ellos ha presentado las alegaciones de su formación contra el cambio de denominación de la ciudad impulsado por PP y Vox, una propuesta que ha considerado es “una maniobra política, sin rigor académico y un ataque frontal al valenciano” con la que Catalá “intenta esconder tras el acento su falta de proyecto para València”.
El PSPV presenta sus alegaciones a Escola Valenciana, Unió Gremial, Intersindical, UGT-PV y CCOO-PV, entre otros
La socialista ha acusado a Catalá de poner en marcha “toda la maquinaria para cometer un fraude cultural” al impulsar un cambio de topónimo aprobado hace ahora ocho años por el decreto 16/2017, de 10 de febrer, del Consell, basado en el acuerdo adoptado por el pleno de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, en sesión de 16 de diciembre de 2016, que informó favorablemente del cambio de denominación propuesto.
“No se puede cambiar ningún topónimo sin el acuerdo de todas las formaciones, pasen de todo y se basan en un informe pagado para no hacer abierto ese y cocinar un informe pagado que nos lleva a lo de siempre”, ha denunciado Bernabé. En sus alegaciones, el PSPV habla de “una especie de revancha política” con la que el PP pretende aprobar a la fuerza “aquello en lo que no le dieron la razón los tribunales” y les acusa de llevarla a cabo “exclusivamente por razones políticas e ideológicas y al margen del criterio técnico y lingüístico”.
Desde Compromís aseguran que, según los datos oficiales del Ayuntamiento, ya se han registrado más de 300 alegaciones ciudadanas contra la propuesta de PP y Vox. Los valencianistas lamentan que Catalá “atente contra leyes y reglamentos vigentes, y quiera gastar millones de euros dividiendo a la sociedad para tapar que no está haciendo nada como alcaldesa”. El concejal Pere Fuset apunta que Catalá “cobra por resolver problemas de València, no por crearlos”, y que impulse este proceso durante las vacaciones demuestra que sabe que no tiene apoyo social”. El edil valencianista denuncia que las energías que debería dedicar a mejorar la movilidad, la limpieza o el acceso a una vivienda “las dedica a hacernos perder el tiempo, el dinero y la identidad”.
Fue el pasado 22 de julio cuando el pleno del Ayuntamiento de València aprobó, con los votos a favor del equipo de Gobierno que integran PP y Vox, y en contra de la oposición (Compromís y PSPV), cambiar la denominación del municipio por la versión bilingüe, con la forma 'Valéncia', con la grafía del acento cerrado, en valenciano. El acuerdo se sometió a información pública por un plazo de 20 días hábiles, y las alegaciones socialistas son las que ha presentado este sábado a las entidades Bernabeu.
Antes, el Ayuntamiento de València había recibido, el pasado mes de julio, el estudio técnico del lingüista y académico de la AVL Abelard Saragossà para el cambio de denominación de la ciudad y aprobado, el 15 de julio, en la Comisión de Bienestar Social, Educación, Cultura y Deportes, el cambio de denominación.

