Teo dice que nunca antes había visto tal intensidad de agua caer sobre su localidad, El Perelló, entidad local menor dependiente de Sueca, en la Ribera Baixa. Esta agricultora recuerda en la conversación varios episodios torrenciales sufridos en los últimos años. “Otras veces hemos visto caer el diluvio, con ráfagas de aire que arrancaban las estructuras de los invernaderos, pero nunca con tanta fuerza en tan poco tiempo”. Este pequeño municipio, de unos 2.000 habitantes, fue uno de los más castigados el pasado lunes por la dana que descargó con fuerza en el litoral valenciano, afectando por la tarde, principalmente, al litoral sur de València, alcanzando Cullera, El Perelló, la pedanía valenciana de El Perellonet y, ya de noche, la ciudad de València.
Fue tal la intensidad que en pocas horas se registraron más de 200 litros por metro cuadrado. Ana, profesora de la UV que también vive en esta localidad, explica que “no se veía a un metro de distancia, era una cortina que te impedía salir a la calle”. Añade que al poco de comenzar la tormenta, a media tarde, hubo cortes de luz “y fueron muchos los que tuvieron entradas de agua en sus viviendas por las ventanas porque el viento hacía que el agua golpeara en horizontal las viviendas”.
“No se veía a un metro de distancia, era una cortina que te impedía salir a la calle”
El Perelló se libró de la trágica dana del pasado 29 de octubre que provocó 229 muertos. Y se libró gracias al lago de La Albufera, que sirvió de balsa de descarga de la ola que arrasó, desde el barranco del Poyo y desde el río Magro, afluente del Xúquer, varias localidades de la Ribera Alta y la Ribera Baixa. De hecho, es el lago el que separa Catarroja, que quedó anegada y destrozada, de El Perelló (ambas localidades disponen de puerto por el que históricamente se han comunicado surcando las aguas de la Albufera). Pero esta vez, la dana se instaló con fuerza directamente en el litoral. En otras palabras, lo que la dana del 29-O no alcanzó lo hizo la del pasado lunes.
Sergio, que vive en el barrio de El Socarrat, el más bajo de esta localidad, cuenta que en la mañana del lunes él y otros vecinos se dieron prisa en sacar los coches de los garajes y ponerlos en altura ante la alerta roja anunciada y que ya se preveía descargara con brutalidad en esta geografía valenciana. Hicieron bien, porque ayer en esta población nadie hablaba de coches empantanados. “En esta zona - el Socarrat - el agua se elevó rápido hasta la altura de los motores, hubiéramos sufrido lo mismo que los vecinos de l’Horta Sud con la dana de hace un año”. Valora positivamente la labor que realizó el ayuntamiento que preside José Codoñer.
Salva, con una casa en El Pouet, que es una urbanización pegada a El Perelló pero que pertenece al municipio de Sueca, reconoce que tuvo “miedo”. “Vivimos aquí todo el año, estamos en una tercera altura y no temíamos que el agua llegara muy alta por La Albufera y porque estamos al lado del mar, pero nos daba miedo quedarnos aislados durante días como pasó con Paiporta o Catarroja en la anterior dana”. Dice que durante unas horas “parecía que el mundo se acababa, era una lluvia intensa, densa e incesante; al menos no hizo aire como hace cuatro años con la dana que destrozó los cristales de los apartamentos en primera línea”. “Lo peor fue que nos quedamos sin luz casi una hora, pero pronto volvió y en ningún momento dejó de funcionar el teléfono móvil”.
Playa de El Perelló tras el paso de la dana
Los campos de El Perelló, donde se cultivan unos excelentes tomates en verano y verduras chinas en invierno, también sufrieron los efectos del temporal, con especial afectación a los de arroz. Pero a todos los consultados les queda la sensación de fragilidad. Sergi lo comenta: “en siete años hemos sufrido en esta misma zona cuatro situaciones similares, sabemos que estamos en una zona de alto riesgo y que si no se realizan obras por parte de las administraciones estaremos cada año en otoño sometidos a esta amenaza”. Critica, además, la situación de La Albufera: “se habla mucho de que hay que limpiarla, pero aún quedan muchos restos de la anterior dana por sacar, el lago es el que mejor amortigua este tipo de temporales y si no traga bien acabaremos un día todos las poblaciones de alrededor anegadas también”.
Lo cierto es que los efectos materiales de esta nueva dana han sido escasos en El Perelló. Todos subrayan que la alerta mandada a tiempo fue clave para reducir el riesgo en las personas. Pero el episodio torrencial fue tan intenso que el miedo aún no se lo han quitado del cuerpo. “Volverá a suceder”, dice, convencido, Sergio


