Nadie diría que es otoño si visita Peñíscola estos días. La ciudad del Papa Luna atrae a viajeros y turistas por su oferta cultural y paisajística, convirtiendo sus calles en uno de los destinos más relevantes en la Comunidad Valenciana y referencia en la provincia de Castellón. En sus instalaciones municipales, mientras la ciudad sigue girando en un septiembre aún soleado, transcurre el nuevo Diálogos La Vanguardia. Participan Marián Cano García, consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo de la Generalitat Valenciana; Andrés Martínez Castellá, alcalde de Peñíscola y diputado provincial de la Diputación de Castellón; Justo Vellón Lahoz, director general de AEROCAS; Iker Llano, director general de Intelier; Joaquín Deusdad, presidente de Temps de Interior y Francisco Ribera, presidente de la Agrupación de Empresarios Turísticos de Peñíscola (Agretur). Moderados por Salvador Enguix, delegado de La Vanguardia en la Comunidad Valenciana, y con la colaboración de la Generalitat Valenciana, el debate -celebrado por primera vez en la provincia de Castellón- permite ampliar la mirada sobre la realidad turística valenciana más allá de su capital.
El evento se desarrolló este mes de septiembre en dependencias municipales del Ayuntamiento de Peñíscola
En un territorio donde el turismo representa el 16% del PIB, abordar las nuevas realidades es casi una obligación para el gobierno valenciano, que mantiene una política “alineada con el sector, trabajando por un turismo regulado”, define la consellera Marián Cano. Y es que, si en la Comunidad Valenciana el turismo es referencial, en Peñíscola es santo y seña, pues supone el 90% de su economía local, explica su alcalde, Andrés Martínez Castellá, quien apunta que el municipio se centra actualmente “en la desestacionalización y en la atracción de turismo internacional”.
Para lograrlo cuenta con la cercanía del aeropuerto de Castellón, cuyo director, Justo Vellón, pone en valor sus 14 rutas operativas y los más de 200.000 pasajeros registrados en el último año. Pero el camino no es fácil, advierte Francisco Ribera, presidente de Agretur, para quien es capital pulir las aristas de un modelo que ha funcionado a lo largo de los años, pero que cada vez percibe más expuesto a las externalidades. “Hay quienes llevamos trabajando muchos años, pero no todas las nuevas generaciones están preparadas para coger el relevo. Por eso digo que hay que afianzarlo, porque no quisiera que de aquí a 15 años nos tocara dar pasos para atrás”. ¿Cómo evitarlo? La colaboración público-privada sale a pasear nada más arrancar el debate. “Estamos en un momento extraordinario porque llevamos tiempo trabajando alineados con las administraciones y creo que esa es la clave”, defiende Iker Llano.
Hay que potenciar y condenar el discurso que estigmatiza un sector que genera empleo y, además, vertebra”

Un momento del debate celebrado en Peñíscola
El buen momento del turismo se encasta en un contexto de saturación turística en algunos destinos y tras el surgimiento de nuevos discursos que cuestionan el papel del sector si no se prioriza la sostenibilidad. Muchos piensan en Barcelona, referente turístico y cuyo modelo ha sido cuestionado los últimos años. Cita la ciudad condal Llano, quien recuerda la importancia del turismo en el PIB valenciano, y plantea que el liderazgo adquirido no se debe “dejar de defender”. “Totalmente de acuerdo” con Llano está Joaquín Deusdad, quien considera que “remando juntos también podemos triunfar dentro de los pueblos pequeños”.
Los ponentes se mostraron preocupados por la “demonización del turismo” y pidieron más “pedagogía”
La asociación Temps de Interior que representa agrupa a negocios vinculados con el turismo rural, por lo que expone como “si para Peñíscola es importante, como lo será para las casas y hoteles rurales... No tenemos tantas oportunidades”, recuerda. Apunta al turismo gastronómico como un acicate imprescindible para las localidades de interior y agradece propuestas como el “Bono Recuperem Turisme CV”, lanzado este año para incentivar la demanda interna de servicios turísticos prestados en la Comunidad Valenciana y que está destinado principalmente a residentes en municipios afectados por la dana.
Defiendo los intereses de las familias que han apostado por el turismo, porque creo que hay espacio para todos, pero bien regulado”
Que el turista les visite es el primer objetivo, pero no siempre es fácil conseguirlo si las infraestructuras no son las adecuadas. Es lo que plantea el alcalde de Peñíscola, quien señala cómo la provincia de Castellón tiene déficit de plazas. “Aquí las playas nunca están llenas y tienen una capacidad de carga extraordinaria, por eso debemos hacer las cosas bien. Estamos buscando soluciones para crear nuevos espacios de aparcamiento, comprando solares, pero lo más importante es que la persona cuando se vaya se lleve una buena imagen”, defiende, muy preocupado por quienes “demonizan” el turismo. “No podemos permitirlo”, asegura la consellera, para quien “en muchas ocasiones hay un discurso con una carga política importante” que no contempla los aspectos positivos de “la democratización del turismo”. Argumenta que en la Comunidad Valenciana “las líneas estratégicas están claras” y propone “potenciar y condenar el discurso que estigmatiza un sector que genera empleo y, además, vertebra”.

La consellera Marián Cano y el directivo Iker Llano, en un momento del debate
En línea, Iker Llano añade que “frente al mensaje de odio, tenemos que usar la pedagogía porque pensamos que el turismo solo llena hoteles, pero es que además contribuye a llenar otros espacios, como tiendas, restaurantes, etc”. Esta última reflexión es clave para las zonas de interior, expone Deusdad, quien señala que “el turismo ha sido una de las ventanas para mantener pueblos abiertos”. Tras “la desgracia de la pandemia”, los municipios alejados de los grandes nudos turísticos han encontrado en herramientas como el “Bono Viatgem CV” un elemento para su desestacionalización, un objetivo compartido por todo el sector.
La capacidad para captar talento va a ser la principal arma para diferenciarse”
A modo de resumen, Francisco Ribera defiende una máxima compartida, que en la Comunidad Valenciana hacemos las cosas bien porque hemos visto el turismo como algo transversal, hemos tenido en cuenta al resto de sectores: hemos vinculado la agricultura, la enología, el patrimonio, la cultura... hemos buscado apoyarnos en todo lo demás para crecer de manera sostenible. Ribera asegura que las políticas empresariales también tienen en cuenta al territorio - “nuestros enlaces son firmes”- y afirma que, de esa reivindicación planteada hace ya 35 años, “se benefició toda la provincia”.
Profesionalizar el sector y mejorar las infraestructuras de comunicación, claves para el futuro del turismo, coinciden
Justo Vellón, que pilota un aeropuerto que el próximo 11 de diciembre celebra el décimo aniversario de su apertura al tráfico, con cerca 1.300.000 pasajeros y 54.000 movimientos de aeronaves en su corta historia, plantea que Castellón debe “seguir madurando, con sostenibilidad, y apostando por nuevos verticales (deporte, cultura o gastronomía)”, al tiempo que se pone en valor que no hay masificación en sus destinos.
No queremos escuchar eso de 'no queremos ser un país de camareros y de cocineros’, ¿qué hay de malo?”
Todos coinciden en la necesidad de mejorar las infraestructuras de la provincia, y es la consellera quien lidera la queja al afirmar que “no tiene nombre el maltrato que sufren todos los ciudadanos en cuanto a las infraestructuras. Nuestros dos principales aeropuertos llevan años necesitando la inversión necesaria”, reflexiona Marián Cano, días después que Aena anunciara en Alicante una inversión de 13.000 millones de euros en los aeródromos españoles sin concretar el montante para los de Alicante-Elx o Manises.
Otro de los retos del sector es, sin duda, la profesionalización y la falta de mano de obra, que trae de cabeza a empresas y profesionales. Para Francisco Ribera, las nuevas generaciones siguen viendo el sector “como algo peyorativo, porque lo de trabajar fines de semana o tardes la gente no lo entiende” y defiende su intención de “crear experiencias sin menospreciar sus derechos laborales”. Con optimismo, y dosis de realismo, Justo Vellón se pregunta qué sector no tiene dificultades y arroja que “la capacidad para captar talento va a ser la principal arma para diferenciarse”.
Iker Llano agrupa las peculiaridades del problema, al asegurar que “es necesario volver a dignificar el trabajo. Y aunque creo que estamos avanzando en horarios optimistas, también debemos saber que en nuestro tiempo libre si queremos servicios, alguien nos los tiene que dar”. Hace autocrítica al asumir que “tenemos que subir los salarios, repartir la riqueza” y se muestra convencido de que, “con esa medida, se va a ayudar a que los ciudadanos entiendan que el turismo es bueno para la sociedad. No queremos escuchar eso de 'no queremos ser un país de camareros y de cocineros’, ¿qué hay de malo?”, se pregunta.

Ribera, Deusdad y Martínez Castellá, en un momento del encuentro
Hay que afianzar nuestro modelo, porque no quisiera que de aquí a 15 años nos tocara dar pasos para atrás”
Desde el interior observa la problemática Joaquín Deusdad, cuyo colectivo sufre las consecuencias de la despoblación y el cambio de perspectiva de una nueva generación que percibe el trabajo de manera diferente. Lamenta que entidades como el Centro de Turismo de Morella carezcan de alumnos suficientes y critica las trabas a la empleabilidad que suponen los planes temporales de empleo municipal, pues desincentivan a sus futuros empleados. “En el interior eso está siendo un lastre”, lamenta. La consellera, por su parte, recoge el guante y aboga por “sentarnos a ver qué formación debemos ofrecer y facilitarla en el puesto de trabajo”, al tiempo que califica de “demagógico” hablar del tiempo libre “porque todos queremos disfrutarlo, pero hay oficios que vienen con otros horarios”.
Remando juntos también podemos triunfar dentro de los pueblos pequeños”
Por último, el tercer reto que los ponentes abordan es el de los apartamentos turísticos, en boca de todos por su impacto, muy cuestionado, en el mercado de la vivienda. El alcalde de Peñíscola apuesta por “la libertad de elección, que cada municipio decida” y recuerda que “la Comunidad Valenciana” dispone de normativa propia desde el verano de 2024. Con todo, no evita situarse y asegura que “quiero defender los intereses de las familias que han apostado por el turismo, porque creo que hay espacio para todos, pero bien regulado”. Deusdad pide seguridad jurídica para los alquileres porque “es lo que nos preocupa en el interior” y lamenta que cuando no hay vivienda en alquiler, “parece que el turismo es el gran culpable”. Por su parte, Francisco Ribera argumenta que en buena parte del territorio no había problemas hasta ahora y considera que “hay un público para todo”.

Marián Cano, durante una de sus intervenciones, con Iker Llano y Justo Vellón en el debate
Mientras, Justo Vellón defiende una posición equilibrada, pues argumenta que “los dos modelos tienen que ser compatibles”. Prohibir no es viable, dice, porque “si no, se alquilará igual y tendremos economía sumergida”, vaticina. Asimismo, Iker Llano cree que el debate está más en si son legales o ilegales y propone que la regulación se deje en manos de las administraciones locales, pues “son las que conocen el territorio”. Por último, la consellera Marián Cano concluye el debate calificando de “pionera” la regulación autonómica de su Conselleria, que observa los apartamentos turísticos como una “oferta complementaria” en un mercado amplísimo que en la Comunidad Valenciana sigue anhelando mejorar día a día.