El PSPV lleva meses reclamando la convocatoria de elecciones (ayer empezó una ruta por las comarcas para exigir una convocatoria electoral en la Comunitat Valenciana) y Compromís se ha subido al carro tras la renuncia al cargo de Carlos Mazón. Vox, en principio, prefiere buscar la estabilidad y exprimir a un presidente interino, pero no teme unas posibles elecciones que los populares parecen querer evitar a toda costa. A la vista de las encuestas, que no discuten la hegemonía de las derechas, el bloque conservador no debería tener miedo a una contienda electoral que permitiría, en cierta manera, pasar página política a la gestión de la dana. Una circunstancia que envalentona a la izquierda en su reivindicación de adelantar los comicios. Sin embargo, ¿puede un adelanto electoral dar un vuelco al tablero político valenciano?
Fuentes del PSPV y Compromís coinciden en señalar que la convocatoria en primavera de las urnas dejaría un escenario “muy incierto” pero “abierto”. Apuntan en la formación del puño y la rosa que las encuestas no sirven “en un momento tan inflamado como el actual” y que depende “del contexto político en que se celebren las elecciones (y lo que suceda hasta llegar allí) todo puede cambiar”. No es lo mismo, argumenta, que PP y Vox den un espectáculo y acaben a gritos en unas negociaciones frustradas a un presidente interino, como tampoco es lo mismo el candidato qué ponga el PP en caso de fracasar la negociación con la derecha extrema. En este sentido, tanto PSPV como Compromís consideran que ellos ya tendrían los deberes hechos y sus candidatos ya están definidos.
Las encuestas refuerzan la idea de que las derechas mantienen la hegemonía
Con todo, añaden en la formación valencianista que en los números de las encuestas, si se atiende a los márgenes de error de las mismas, los dos bloques no estarían tan lejos. “Bastaría con que cambiara de bando un diputado en cada provincia”, reafirman desde el PSPV. En Alicante se disputan 35 diputados; en Valencia, 40; y en Castellón, 24.
Así las cosas, las fuentes consultadas creen que lo complicado de un hipotético adelanto electoral sería acertar la participación. Los valencianos se encontrarían ante un escenario inédito, con unos comicios ciertamente diferenciados pero bajo el foco nacional tras la dana que sería la causante del adelanto. Uno de los analistas de Compromís apunta que ya en 2015, cuando todo el mundo apuntaba que Ciudadanos podría ser la clave, la desmovilización del votante del PP, que se quedó en casa, dio el gobierno a la izquierda que sí se movilizó. “Pese a que el PP intentó pasar página con Alberto Fabra, la corrupción de la época de Camps le pasó factura”. “Es muy complicado saber si el votante de derechas se movilizará”, apunta este cargo valencianista convencido de que el votante de izquierdas sí que se movilizaría tras la gestión de la riada y haber sido consciente de lo que puede suponer un Consell del PP rehén de Vox.
La izquierda augura una mayor movilización de los suyos en caso de adelanto de las elecciones
Ahora bien, las encuestas dicen que la bajada de los populares sería absorbida por Vox y que el escenario no cambiaría. Una tendencia que sí reflejan las encuestas publicadas en un contexto de reforzamiento de los discursos ultras en toda España. “Entonces, ¿por qué no convocan elecciones?”, se preguntan en las filas de PSPV y Compromís.
En la respuesta ambos coinciden: “Nadie tiene la certeza de que pasará, de lo contrario se adelantarían las elecciones y el PP intentaría que las urnas le absolvieran”. Sin embargo, apunta un dirigente socialista, “el PP no tiene claro hasta donde llegará ese desgaste y prefiere no arriesgar”.
“Nadie tiene la certeza de qué pasará”, ante un escenario inédito
“El drama de la izquierda es que en el actual contexto no tiene la certeza de que podría ganar”, apunta esta misma fuente que cree que, en cualquier caso, el adelanto electoral es el más proclive para los intereses de PSPV y Compromís. Mucho más que en 2027, donde la dana puede ya no ser el elemento que marque el voto de unos y de otros. “Este es sin duda el peor escenario para el PP, aun sin Mazón”, esgrimen sin tener muy claras las razones por las que Vox no parece, en principio, querer apretar el botón electoral.

