La directora general de Relaciones Institucionales y exdirectora general de la secretaría del Gabinete del President Carlos Mazón, Pilar Montes, ha reconocido ante la jueza que investiga la gestión de la dana que el 29 de octubre se vivió un momento de “dudas” sobre si debía cancelarse o no la agenda que el president Carlos Mazón tenía prevista para el día 30 en Alicante, en plena activación del ES Alert y con el temporal golpeando la Comunitat. Según ha relatado, fue en plena carretera cuando contactó con el jefe de Gabinete, José Manuel Cuenca, para comunicarle que debía suspenderse el viaje a Madrid, previsto para primera hora de la mañana, pero que la decisión sobre la agenda alicantina no se tomó de inmediato. “Le pregunté si también se cancelaba la agenda de la tarde en Alicante y me dijo que no”, declaró, subrayando que toda esa comunicación fue por watsaps y que no mantuvo ninguna llamada telefónica con Mazón.
Ese episodio abrió parte de la declaración de Montes, que ocupaba entonces el cargo de directora general de la Secretaría del Gabinete del President, con funciones directas sobre la agenda del jefe del Consell. Ella misma se encontraba desplazándose hacia Alicante —donde debía acompañar al president al día siguiente— cuando tuvo conocimiento de que se iba a emitir el ES Alert. Según explicó, ella no recibió el aviso por encontrarse fuera de Valencia. “Me entero porque hablo con mi compañera a las ocho y algo y me dice que le ha llegado”, apuntó. Su colega, María Jesús García, directora de Organización, se encontraba en el Palau y sí recibió la alerta.
Esa llamada con García —“a las ocho menos diez”, precisó— es el punto en el que Montes empieza a advertir que el temporal se estaba agravando. Fue entonces cuando avisó a Cuenca, a su juicio su superior directo en ese momento. “Le dije que estaba en la carretera y que había que cancelar la agenda de Madrid”, señaló. Horas después, ya con la situación más tensa, Cuenca se mostró preocupado por ella, pero siempre por watsap. “No fue por cuestiones de emergencia”, matizó.
Uno de los elementos sobre los que la jueza ha querido profundizar ha sido la supuesta llamada que Mazón habría hecho a Montes a las 19:42, según el listado aportado por Presidencia. La funcionaria ha negado que esa conversación existiera: “Consta una llamada saliente de él hacia mí, pero no recuerdo haber tenido una conversación con el señor Mazón a esa hora”. Ha añadido que revisó su teléfono y no aparecía ninguna llamada recibida en ese momento. Solo encontró las comunicaciones de la mañana: un watasap sobre su viaje a Madrid, otro para remitirle documentación “donde estaba almorzando” y posteriormente un aviso para decirle que “el lehendakari quería hablar con él”.
Montes ha detallado también que la agenda del día 29 por la tarde no tenía actos previstos. Por eso, al marcharse del Palau, no le sorprendió que el president pudiera tener una reunión no agendada: “No me extrañó que tuviera reunión con Mazón porque es habitual que no esté agendada. Lo hablaría directamente con el president”. La funcionaria ha insistido en que “la agenda solo es una”, pero que existe una diferencia entre la agenda real y la que se publica: “No se publica si tiene un almuerzo o una reunión de trabajo”.
Además, ha confirmado que fue ella quien realizó la reserva en el restaurante El Ventorro, encargada por el jefe del Gabinete, y que las comidas de ese tipo “las abonaba el partido” y no se incluían en la agenda de transparencia. El mensaje que recibió fue literal: “La comida la va a pagar el PP”. En la tarde del 29, ya en el Palau, el también alto cargo Lanuza le mencionó que tenía cita con el president, aunque no le indicó ni la hora ni el motivo.
La testigo ha explicado minuciosamente cómo se envían y gestionan los documentos oficiales. Ese mismo día, por la mañana, la secretaria autonómica Salomé Pradas le envió un dossier sobre la dana para que imprimiera tres copias y las entregara al president antes de su comparecencia ante los medios y antes del acto de Sanidad previsto a las 12. “Los entregué a un conserje, que se los daría al President”, ha relatado. También ha explicado que la documentación pendiente de firmar esa tarde —sobre deportistas de élite— debía publicarse “porque faltaban nombres en la reserva de plazas”.
Montes asegura que el president no respondió “a ninguno” de los mensajes que le envió ese día: ni al mensaje nocturno en el que le recordaba su hora de recogida para Madrid, ni al envío de los billetes de tren a las 16 horas, ni al aviso del lehendakari, ni al relativo a la documentación pendiente de firma. Sí lo vio por la mañana, “pero hablaron del día a día, no de la emergencia”.
La jornada acabó con una llamada a Cayetano Martínez sobre las diez de la noche, que cree relacionada con la situación de Cuenca. Por último, ha recordado que ni recibió mensajes de delegados ni de familiares sobre la emergencia, y que supo por su compañera, ya por la noche, que ésta no podía llegar a su domicilio debido al temporal.
El relato de Montes deja en el aire dos elementos que la instrucción deberá aclarar: por qué no se canceló inicialmente la agenda del día siguiente en Alicante y por qué aparece una llamada del president que la responsable de su agenda asegura no haber recibido.



