Néstor Boli, docente español en Irlanda: “Aquí el profesor se adapta al estado de ánimo de los niños y si un día están cansados, se hacen pausas, bailes o incluso una salida al patio para que se relajen”
Español en Irlanda
”En algunos colegios de Irlanda está prohibido poner deberes en ciertos días. Si los alumnos trabajan bien en clase, no siempre tienen que llevar trabajo extra a casa”, cuenta Boli
Néstor Boli, docente español en Irlanda
“La oportunidad que me ha dado Irlanda no me la habría dado España. Aquí he tenido entrevistas y oportunidades, incluso en campos en los que no tenía experiencia ni estudios, lo cual agradezco mucho”, cuenta Néstor Boli, un español trabajando como maestro de Educación Especial en Irlanda. Su trayectoria hasta llegar allí es poco común: “En España trabajaba en una oficina de turismo, pero apenas tuve oportunidades en mi campo. Envié más de 200 CV a colegios de toda España sin obtener respuesta. Decidí probar suerte en Irlanda y, tras enviar solo uno, me cogieron”, relata en una entrevista para La Vanguardia.
En apenas 15 días, Néstor dejó su trabajo en turismo y se mudó a Dublín para emprender una nueva aventura. Hoy, cuenta con una plaza fija como profesor de Educación Especial en un colegio público de primaria y, a través de sus redes sociales (@NessBoli en TikTok e Instagram), comparte su día a día en Irlanda. En esta entrevista, revela los choques culturales tras mudarse, los desafíos laborales en el extranjero y habla sobre sus planes de futuro, así como sobre si contempla o no regresar algún día a su país natal.
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¿Qué diferencias nota entre las escuelas de España e Irlanda?
En Irlanda hay muchísima más flexibilidad en todos los ámbitos. El profesor se adapta siempre al alumnado. Las asignaturas son parecidas a las de España, pero se trabaja mucho mediante proyectos, juegos y trabajo en equipo. La distribución de las clases también es distinta: los alumnos no están cada uno en su mesa, sino en grupos de cinco o seis, lo que fomenta la socialización. Además, el profesor se adapta al estado de ánimo del alumnado: si un día están más cansados, se hacen pausas, bailes o incluso una salida al patio. Otro aspecto importante es el apoyo. En Irlanda suele haber dos o tres profesores en el aula, lo que permite atender mejor las necesidades de cada niño.
¿A qué edad empiezan los niños en la escuela en cada país?
En Irlanda empiezan entre los 4 y 5 años en Junior Infants y Senior Infants, justo antes de primaria. También existen las “creches” o escuelas infantiles, que abarcan de los 0 a los 5 años, aunque suelen ser privadas. La educación primaria comienza a los 6 años, igual que en España. En muchos colegios irlandeses, la etapa de infantil ya se integra dentro del mismo centro de primaria.
¿Cómo cambia la atención a los niños con necesidades educativas especiales en ambos lugares?
En Irlanda hay muchos más recursos y apoyo tanto para profesores como para alumnos. Existen los SNA (Special Needs Assistants), que ayudan en las clases aunque no sean profesores principales. Gracias a ellos, el ritmo de las clases es más llevadero y la atención más personalizada. También se tiende a sacar al alumno del aula en ciertas áreas, pero con muchísimas adaptaciones. En general, Irlanda está más concienciada en este tema y apuesta por diagnósticos tempranos, especialmente en casos de autismo, para dar los recursos necesarios desde el inicio. Esto no significa que haya más alumnado con diversidad funcional, sino que se diagnostica e interviene antes.
¿Dónde ve más aprendizaje práctico y dónde más memorización?
En España predomina un enfoque muy teórico, con muchos exámenes, trabajos y deberes. En Irlanda es al contrario: el sistema es mucho menos rígido y se apuesta por un aprendizaje práctico, experimental y adaptado a la tecnología actual. Se fomenta mucho más que los niños aprendan mediante proyectos, experimentos y dinámicas de grupo, en lugar de memorizar contenidos. En España se mandan muchos más deberes. En Irlanda los deberes existen, pero no son tan estrictos. En algunos colegios incluso está prohibido poner deberes en ciertos días. Si los alumnos trabajan bien en clase, no siempre tienen que llevar trabajo extra a casa.
¿Quién pasa más horas en el colegio: un niño en España o en Irlanda?
Los niños irlandeses pasan un poco más de tiempo en el colegio, unas 5 horas y 40 minutos frente a las 5 horas aproximadas en España. Sin embargo, en Irlanda el curso empieza antes, a finales de agosto, aunque a lo largo del año hay más descansos. Entre septiembre y Navidad está el midterm de Halloween, que son nueve días de vacaciones. Después hay otro descanso en febrero, otro en Semana Santa con unos 16 días, y otro en mayo antes del final de curso. El curso termina a finales de junio, igual que en España. Además, dentro de la jornada escolar hay que descontar recreos y pausas para comer, así que el tiempo real de estudio no es mucho mayor.
¿Hay más tiempo de recreo y actividades al aire libre en Irlanda o en España?
En Irlanda hay más recreos y se fomenta mucho que los niños salgan al exterior. A pesar de que el clima no siempre acompaña, los profesores intentan que los alumnos tengan contacto con la naturaleza, el juego y el deporte. Incluso se organizan actividades fuera del aula, como visitas a la comisaría o clases al aire libre en días soleados. Todo esto repercute positivamente en su estado de ánimo.
¿Dónde cree que los niños disfrutan más de su infancia?
Diría que disfrutan en ambos países. En España, el clima favorable permite pasar mucho tiempo al aire libre, pero en Irlanda también son felices y hasta disfrutan jugando bajo la lluvia. Lo que sí noto es que aquí disfrutan más de la escuela. Incluso en barrios con menos recursos, los niños son muy educados, respetuosos y felices. Tienen mucho entusiasmo por aprender y se nota que valoran su tiempo en el colegio.
Dublín
¿Por qué decidió irse de España a trabajar a Irlanda?
En España estaba trabajando en una oficina de turismo, pero quería algo relacionado con la educación. Envié más de 200 currículums a colegios privados y no obtuve respuesta. En una de esas búsquedas apareció Irlanda y decidí probar suerte. Solo envié un currículum y me llamaron para hacer una entrevista. Me cogieron y en 15 días tuve que dejar mi trabajo en España y mudarme. Al principio trabajé en educación y en otros campos, pero después me enfoqué en la educación primaria, ya que aquí no se necesitan oposiciones. También me animó ver experiencias en redes sociales de personas que ya estaban en Irlanda y compartían cómo era trabajar en el sistema educativo.
¿Está mejor pagado y valorado su trabajo de maestro en Irlanda que en España?
Sí, mucho mejor. Aquí el trabajo de maestro está bien valorado y los salarios son bastante más altos. Existe una escala que va del nivel 1 al 27, y cada año el sueldo aumenta automáticamente, lo que motiva a seguir creciendo. Además, desde el principio tuve la oportunidad de tener un contrato indefinido, algo impensable en España sin oposiciones. Me siento valorado y escuchado tanto por la dirección del colegio como por el Ministerio de Educación.
¿Se plantea volver algún día a trabajar en España?
Me lo he planteado, pero tendría que ser en condiciones muy buenas para volver. Ahora mismo estoy cobrando el doble de lo que cobraba en España el año pasado, aunque fuera en otro sector. En educación, la situación en España es muy distinta: para trabajar en un colegio público hay que pasar oposiciones y entrar en listas muy largas, mientras que en Irlanda he podido aplicar directamente a colegios cerca de mi casa y conseguir trabajo sin problema. Aquí el proceso es mucho más accesible.
¿Qué es lo que más y lo que menos le gusta de vivir en Irlanda en comparación con su país natal?
Lo que más me gusta es la interculturalidad. Hay muchísima gente en mi misma situación, de diferentes países, y al final nos apoyamos mucho entre nosotros. La comunidad española es grande y muy unida. También me gusta la calidez de los irlandeses, que, a pesar del frío, son personas abiertas y hospitalarias. Otro aspecto positivo son los salarios, mucho mejores que en España, y la posibilidad real de ahorrar incluso con un salario medio. Los supermercados también son más asequibles que algunos de los más conocidos de España. Lo que menos me gusta es la distancia con los amigos y la familia, el clima lluvioso aunque suele ser llovizna ligera y el precio de los alquileres, que es alto y complicado. Aun así, con el sueldo que se gana se puede vivir bien y ahorrar.