Sara Marín, médica: “Si te duchas cada día con agua muy caliente y utilizas jabones agresivos, debilitarás las bacterias protectoras de tu piel”

Bienestar

Uno de los debates más comunes cuando se habla de la ducha es si resulta más beneficioso para el cuerpo utilizar agua caliente o fría 

Sara Marín, médico

Sara Marín, médico

La ducha forma parte de la rutina del ser humano como elemento fundamental de la higiene personal y, para muchos, constituye un ritual para despejarse o relajarse, ya sea al empezar o al terminar el día. Por ello, muchas personas se duchan a diario o incluso varias veces al día. Sin embargo, si no se realiza de forma adecuada, puede resultar perjudicial para la salud de la piel.

La médica Sara Marín, ha querido aclarar un tema que genera debate, a través de sus redes sociales: ¿ducharse todos los días es malo? ¿Y qué es mejor, el agua caliente o la fría? Su respuesta es clara: el problema no está en la frecuencia, sino en la forma en que lo hacemos y en cómo cuidamos la piel después.

Woman taking a shower at home

Uno de los debates más comunes cuando se habla de la ducha es si resulta más beneficioso para el cuerpo utilizar agua calienta o agua fría. 

Getty Images

“Tu piel, aunque tú no lo puedas ver porque las bacterias son muy pequeñas, tiene un escudo natural formado por millones de bacterias, que te protegen de los gérmenes, mantienen la hidratación, regulan la inflamación y además se conectan con el resto de tu cuerpo”, afirma. Esta capa invisible, conocida como microbiota cutánea, es esencial para la salud de la salud de la piel, ya que actúa como una barrera natural de defensa frente a agresiones externas.

El problema es cuando te duchas con agua muy caliente y usas jabones abrasivos

Sara MarínMédica

La microbiota cutánea puede debilitarse por varios factores, entre ellos el uso de agua excesivamente caliente. Aunque la mayoría de las personas prefieren ducharse con agua caliente por su sensación de limpieza y relajación, otros optan por el agua fría para activar la circulación. Lo cierto es que el agua demasiado caliente es el que más daño puede causar a la piel: “El problema es cuando te duchas con agua muy caliente, utilizas jabones agresivos o te metes el chorro de agua a presión por dentro de la vagina. Estás matando a todas tus bacterias y sales de la ducha con la piel súper tersa porque crees que te has duchado superbién, pero en realidad has destrozado toda tu barrera cutánea”, advierte.

Por eso lo recomendable es utilizar agua templada entre 32 y 36 grados, ya que limpia sin resecar. Por otro lado, las duchas frías pueden favorecer la circulación, aunque no son necesarias para mantener una piel sana.

El estudio The human skin microbiome (2018), publicado en el Journal Of Dermatological Science, demostró que los productos de higiene agresivos y los cambios en el pH cutáneo pueden alterar la microbiota de la piel, lo que favorece la aparición de eccemas y dermatitis.

El tipo de jabón que recomienda usar a diario son los geles syndet, un tipo de limpiador sin jabón que respeta el pH de la piel y su microbiota, y aconseja aplicarlo solo en determinadas zonas del cuerpo. “Échate el jabón solo en 3 zonas: las axilas, los pies y los genitales solo por la parte externa. Luego, tras salir de la ducha, hidrata tu piel con cremas que contengan ceramidas o urea”, concluye.

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