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Neus Nualart, turista catalana en la India: “Entramos en el Taj Mahal a las cuatro de la mañana y en ese momento entendí por qué es una de las siete maravillas del mundo”

Viajar por el mundo

“Aún sorprende mucho ver que las mujeres viajamos solas. Allí, la gente nos preguntaba a menudo dónde estaban nuestros padres o nuestras parejas, como si no pudiéramos viajar sin un hombre al lado”, explica Neus

Neus Nualart, turista catalana en la India

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Con solo 27 años, Neus Nualart, estudiante de Historia en la UB y apasionada de los viajes, decidió celebrar su cumpleaños haciendo las maletas y volando a la India con su hermana Alba durante nueve días. Ambas quisieron conocer de cerca una cultura que, según dice Neus, a menudo observamos desde una mirada sesgada.

Su viaje no solo le ha servido para ver monumentos como el Taj Mahal, sino para reflexionar sobre los prejuicios que tenemos y la forma en que vivimos los occidentales. Tal y como explica la joven catalana en una entrevista en La Vanguardia, después de recorrer varias ciudades del país asiático, ha vuelto a Barcelona con la mente mucho más abierta.

Descubrir el hinduismo y la vida espiritual

¿Por qué decidiste viajar a la India? ¿Qué te atraía antes de ir?

Como estudio Historia, siempre elijo mis viajes según los países que me despiertan interés histórico. Después de haber estudiado Historia Moderna y de haber estado en Japón para conocer de cerca el budismo, me faltaba descubrir otro gran foco religioso: el hinduismo. Además, en octubre hay menos turismo en la India que en China, así que pensé que era el momento ideal para viajar a este país asiático. También quería ver monumentos como el Taj Mahal, una de las siete maravillas del mundo, y conocer cómo conviven las distintas religiones en un país tan inmenso y diverso.

Neus Nualart, en el Taj Mahal

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¿Te verías viviendo a largo plazo?

No creo que pudiera vivir siempre, pero sí por una temporada. Si tienes la mente abierta, te puedes adaptar. Creo que desde Occidente tenemos muchos prejuicios y nos creemos el centro de la cultura. Sin embargo, existen maneras de vivir más sencillas y saludables mentalmente. Aquí vivimos sometidos al capitalismo y a la productividad, pagamos carísimos alquileres y vivimos muy estresados. Allí, la gente valora más tener una tierra, cultivar, disponer de comida… No acumulan cosas por apariencia, sino que buscan lo esencial.

Los prejuicios occidentales sobre la India

¿Qué imagen tenías de la India y qué te cambió después?

Cuando escuchas hablar de la India, lo primero que te viene a la cabeza es la idea de aglomeración, suciedad y caos. Es un prejuicio muy arraigado. Pero cuando llegas, te das cuenta de que nada es tan simple. Mucha gente dice “son sucios” o “viven en el desorden”, pero si hay 33 millones de personas viviendo en una misma ciudad como Delhi, es normal que haya ruido y polvo. No es que ellos sean así, sino que las condiciones demográficas y geográficas hacen que todo funcione de otra forma.

Dentro de su caos, existe un orden propio que funciona. El problema es nuestra mirada eurocéntrica y los prejuicios

Neus Nualart

Viajar me ha ayudado a ver que el problema no es el país, sino nuestra mirada eurocéntrica. No es fácil, pero es necesario hacer el ejercicio de dejar atrás los prejuicios y mirar al mundo con humildad para entender cada contexto y realidad.

¿Cuál fue tu primer choque cultural al llegar?

El tráfico. Justo me estaba sacando el carnet de conducir y pensaba que nuestras normas eran universales. Allí todo parece un caos: coches, motos, vacas, monos… Pero me di cuenta de que, dentro de ese desorden, existe un orden propio. La gente sabe cómo moverse y nadie se choca. Es un caos que funciona, y eso me impresionó mucho.

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¿Hay algo que te haya hecho pensar “esto aquí no pasaría nunca”?

El sistema de castas, sin duda. Impacta mucho ver cómo todavía estructura parte de la sociedad, sobre todo en universidades o trabajos. También la separación entre hombres y mujeres es muy visible. Pero no creo que tenga que ir a juzgarlo, sino a entenderlo. Los europeos no somos los salvadores del mundo. Cada sociedad tiene su historia y su forma de vivir, y viajar debería servir para entender, no para imponer.

La gente te avisa si te has dejado algo, mientras que en Barcelona vivimos más pendientes del móvil y de nuestro ritmo individual

Neus Nualart

También la proximidad de la gente. Allí, por la calle, la gente te avisa si te has dejado algo o si aparcas mal. Aquí, en Barcelona, nadie se fijaría. Nosotros vivimos más pendientes del móvil y de nuestro ritmo individual, mientras que ahí hay una comunidad más.

Un consejo práctico: madrugar para visitar el Taj Mahal sin turistas

Cuéntanos alguna anécdota especial del viaje.

El momento más impactante fue cuando el guía nos propuso ver el Taj Mahal a las cuatro de la mañana, antes de que saliera el sol. Aceptamos, y fue mágico. Éramos las primeras de la cola, y pudimos verlo completamente vacío, sin turistas. El sol empezaba a salir detrás de la cúpula blanca, todo estaba en silencio. En ese momento entendí por qué es una de las siete maravillas del mundo: no solo por su belleza, sino por la paz que transmite.

Neus Nualart y su hermana, en el Taj Mahal

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¿Cómo os han tratado por el hecho de ser mujeres y turistas? ¿Es un país seguro para una mujer?

Aún sorprende mucho ver que las mujeres viajamos solas. La gente nos preguntaba a menudo dónde estaban nuestros padres o nuestras parejas, como si no pudiéramos viajar sin un hombre al lado. Nos decían: “¿Os dejan viajar solas?”. Sin embargo, nos trataron muy bien.

En cuanto a la seguridad, creo que el mundo por lo general todavía no es un lugar seguro para las mujeres. En la India debes tener más precaución, sobre todo de noche, pero no me sentí en peligro. La gente era amable y respetuosa, simplemente les sorprende ver a mujeres viajando solas.

La vida en la India es barata y asequible

¿Cuánto te costó el viaje? ¿Te cobraban más por ser turista?

Entre vuelos, guía, alojamientos, entradas y comidas, nos gastamos unos 1.400 euros por nueve días. Es un viaje completo y muy asequible. Depende del sitio, te cobran más por ser turista. En las zonas muy turísticas, como en las tiendas del Taj Mahal, sí que te cobran un poco más. Pero, por lo general, la India es un país muy barato. Con cinco euros puedes cenar en un sitio que aquí te costaría veinte.

Neus Nualart, con su hermana Alba

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¿Vale la pena viajar a la India?

Sí, absolutamente. Pero debes saber dónde vas. Es un país intenso, con muchos estímulos: olores, sonidos, colores, tráfico, animales por la calle... Todo es distinto. Si no vas con la mente abierta, puede resultar abrumador.

¿Qué consejo le darías a otros turistas?

Que abran la mente y que respeten. No solo en la India, sino en cualquier sitio. Viajar no es juzgar ni comparar: es escuchar, aprender y dejarse sorprender. Esta es la clave para ser un buen viajero.