Maureen Ahmann, médico, sobre los regalos infantiles en Navidad: “Es mejor regalar cosas que no sean ostentosas, como libros, rompecabezas y juegos de mesa”

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Los expertos señalan que el exceso de regalos puede saturar a los niños y reducir el valor emocional de cada objeto recibido

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Maureen Ahmann

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¿Necesitan los niños una montaña de regalos para ser felices en Navidad? Esta se trata de una pregunta que nos hacemos todos los años, generando así un debate que parece haber sido respondido por los expertos. Ante el consumismo creciente, regalar objetos ostentosos o en exceso puede tener efectos contraproducentes en los más pequeños, fomentando valores materialistas que no siempre benefician su bienestar emocional.

Maureen Ahmann, médico en el Cleveland Clinic, así lo ha confirmado en una conversación con la CNN. “Es mejor, aunque no sea tan emocionante, regalarle a los niños cosas que no sean tan ostentosas como libros, rompecabezas, juegos de mesa...” Afirma la experta. ¿El motivo? Las consecuencias a nivel psicológico y social que pueden tener los regalos de Navidad en los más pequeños.

Cuanto mayor es la cantidad de regalos, menor suele ser su valor emocional

Niños abriendo regalos de Navidad junto al árbol, en un ambiente familiar y festivo.

El exceso de regalos puede ser contraproducente

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Diversos estudios señalan que el exceso de regalos —el también llamado hiperregalo— puede saturar a los niños y reducir el valor emocional de cada objeto recibido. En España, casi el 80% de las familias reconoce que sus hijos reciben cinco o más regalos en Navidad, una cifra que excede tanto su capacidad de atención como su interés real por jugar con todos ellos, lo que a menudo deriva en frustración y desinterés a los pocos días.

Alejandro Galiani, psicólogo, asegura que el “exceso de regalos puede desensibilizar a los niños, perdiendo la capacidad de valorar lo que reciben”. El experto en salud mental habla de una saturación de estímulos que termina provocando el efecto contrario al que se busca: en vez de disfrutar de cada regalo, los niños pasan de uno a otro casi sin pensarlo.

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Los expertos recomiendan anticiparse a este tipo de situaciones para aprender a controlar las emociones en un momento de discusión acalorada.

Según el estudio 'Lower life satisfaction related to materialism in children frequently exposed to advertising' publicado en 2012 por Suzanna J. Opree, el materialismo en la infancia está relacionado con una menor satisfacción vital y, potencialmente, con dificultades emocionales a largo plazo. Cuando los niños están expuestos con frecuencia a valores materialistas —como los promovidos por la publicidad y la acumulación de bienes— acaban asociando posesiones con felicidad y logro, algo que afecta a su bienestar emocional.

Los juguetes con IA y baterías de botón, vetados por la experta

Además de la problemática derivada de la ostentación de juguetes, Ahmann ha indagado en los peligros de algunos regalos. La experta recomienda no comprar objetos con batería tipo botón: “Los niños se las pueden tragar y los padres ni se dan cuenta” afirma. De este modo, si nuesto regalo necesita batería, la médico recomienda comprar únicamente aquellos que requieran destornillador para abrirse.

Finalmente, otro de los ámbitos en los que hace hincapié la experta es el de la inteligencia artificial: “Aparentemente algunos juguetes que tienen IA entablan conversaciones con el niño, esto obviamente puede ser peligroso” señala, reafirmando su preferencia por los juguetes “de toda la vida”.

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Al final, lo que los niños recordarán no será la cantidad de juguetes bajo el árbol, sino las risas compartidas, los abrazos alrededor de la mesa y los momentos vividos en familia. Esa es, sin duda, la verdadera esencia de la Navidad, lejos del brillo efímero de lo material.

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