Cristina Eguren, dermatóloga: “España es un país diverso y nos estamos pasando con lo de “protección solar los 365 días del año”. Si en Semana Santa está nublado y lloviendo no te vas a quemar”

Cuidado facial

“Lo que se hereda es el tipo de piel. Si tus padres tienen una piel más morena con tendencia a mancharse, probablemente heredes ese tipo de piel, pero no la mancha como tal”, aclara Eguren

Cristina Eguren

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Cuidar nuestra piel debería ser siempre una prioridad, ya sea aplicando protector solar, crema hidratante o incluso retinol antes de dormir, para que nuestro rostro aproveche al máximo todos los beneficios que estos productos pueden aportar. Cristina Eguren, dermatóloga y fundadora de la Clínica Eguren, centro que dirige en Madrid, es una referencia en el tratamiento de acné, rosácea y manchas. Su clínica, especializada en dermatología, ofrece tanto atención presencial como online, lo que les permite llegar a un gran número de pacientes. Además, Eguren es presidenta de Dermos, la asociación de clínicas privadas de dermatología.

Su enfoque se centra especialmente en el acné, la rosácea, las manchas y la estética facial. A través de sus redes sociales, donde acumula cerca de 100.000 seguidores, comparte consejos y trucos de salud y belleza para aprender a cuidarnos de la mejor manera. En una entrevista para La Vanguardia, la doctora Eguren nos aclara todo lo que debemos saber sobre las manchas en la piel: cuándo son inofensivas, cuándo pueden ser motivo de preocupación y cómo debemos tratarlas.

Cristina Eguren, dermatóloga

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¿Cuál es el tipo de mancha más común y sus causas?

Los dos tipos más frecuentes de manchas son el melasma y los lentigos solares. El melasma aparece más frecuentemente en mujeres porque en su aparición hay un componente hormonal. Los estrógenos, que son la principal hormona femenina, son uno de los factores que hacen que el melanocito, que es la célula que produce melanina, se inestabilice y genere más melanina de la necesaria. Ahora bien, el melasma es mucho más que una mancha. Lo que vemos externamente es una mancha marrón, pero internamente es el melasma alterado, otros desequilibrios y alteraciones estructurales en la piel. 

El sol, en exceso, produce una serie de daños en la piel, y eso está muy estudiado

Cristina Eguren

La melanina no se distribuye de forma homogénea, hay una alteración de la función barrera, menor producción de colágeno y elastina y una alteración de la vascularización. Por eso siempre digo que el melasma es mucho más que una mancha, y no se puede tratar solo con una crema. Puede mejorar algo, pero no va a reparar toda esa estructura dañada, por lo que hay que abordarlo de manera más completa. Luego están los lentigos solares. “Lentigo” viene del latín lentigo, que significa lenteja, y es que su apariencia se asemeja a lentejas, más pequeñas o más grandes, a veces del tamaño de una moneda. Muchas veces son manchitas circulares de color parduzco.

Mujer se pone crema

Mujer se pone crema

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En este caso, no entran en juego los factores hormonales. Aquí el factor determinante es el sol. El lentigo solar aparece por exposición solar, en zonas donde se ha acumulado suficiente daño solar como para que el melanocito se altere y produzca más melanina. También hay ciertos cambios estructurales en la piel que provocan la aparición de esa manchita. Antiguamente, se les llamaba lentigos seniles, como si fueran manchas de la edad, pero no es del todo correcto. Aparecen con la edad porque se ha acumulado más sol con el paso de los años. En zonas sin exposición solar no aparecen, aunque tenga la misma edad que la piel de la cara. Suelen aparecer en la cara, dorso de las manos, escote... zonas muy expuestas al sol.

¿Qué tan cierto sería que el sol te mancha?

El sol es absolutamente necesario para la vida y aporta muchísimos beneficios: desde la producción de vitamina D, regular los ciclos circadianos, aumento de serotonina… Nos sentimos mejor cuando tomamos el sol. Ahora bien, en exceso, produce una serie de daños en la piel, y eso está muy estudiado. Entonces, quien lo niega, niega una verdad. Pero la misma verdad es que tampoco se puede vivir sin sol. Nuestra piel, entre otras cosas, al recibir radiación solar, sufre mutaciones y daños en el ADN. Como defensa, produce melanina, que es lo que pigmenta la piel. Esa producción de melanina es el mecanismo de defensa frente a la agresión solar.

Puede pasar que esa producción se vea alterada, especialmente si se suman otros factores como los hormonales o la producción de grasa, como en el caso del melasma. Si esta producción se desregula, ya no hay un bronceado uniforme, sino que aparece una mancha. Cualquier hiperpigmentación tiene, casi siempre, al sol como factor imprescindible. Si no hay sol, es raro que haya hiperpigmentación. Sin sol no aparece ni melasma ni lentigo solar. Ahora, cada persona necesita una cantidad diferente de exposición para desarrollar una mancha. Una puede pensar que no ha tomado tanto el sol, pero ha sido suficiente para su tipo de piel.

Por ejemplo, en pieles más oscuras, es más frecuente el melasma. En pieles más claras, es más común el lentigo. Entonces, alguien con piel más oscura puede decir: “Yo no noté que me diera tanto el sol”, pero ha sido suficiente para que aparezca la mancha. Cada piel responde de manera distinta. Además, muchas veces no somos conscientes de cuánta exposición al sol recibimos. No solo es en la playa, también en muchas otras situaciones diarias. Por eso yo creo que el rostro merece una protección extra, casi todos los días. Dependerá del clima y de dónde vivas, pero yo sí presto especial atención a proteger la cara.

No significa usar protector solar los 365 días en todo el cuerpo ni reponerlo cada dos horas, pero sí cuidar más el rostro. Si en el brazo aparece una manchita, molesta menos que en la cara. Entonces sí, hay que beneficiarse del sol, pero entender que también puede provocar envejecimiento prematuro, y donde más merece la pena proteger es en la cara, que es lo que siempre está expuesto.

¿Es cierto que, incluso durante Semana Santa, con lluvias o nubes, debemos seguir protegiendo la cara con crema solar, ya que la piel sigue expuesta al sol?

Sí, hay que entender que los mensajes han ido cambiando. Antes había muy poca conciencia sobre protección solar. Yo de niña no recuerdo que nadie me lo dijera, ni siquiera el dermatólogo. Después vino el mensaje de “protección solar 365 días del año”, que fue importante para concienciar sobre su uso, no solo por el envejecimiento, sino también por el cáncer de piel. Pero ahora creo que nos estamos pasando un poco. Si está lloviendo, yo no pongo crema solar a mis hijos. Entonces, si no lo hago con ellos, ¿por qué se lo recomendaría a un paciente? Yo uso fotomaquillaje con protección solar, así que al maquillarme ya voy protegida. Pero sí, si tienes dudas, mejor ponértela. Nunca va a hacer daño. 

Ahora bien, en el caso de los lentigos solares, hay que saber distinguirlos de los lentigos melanoma, que sí son cancerígenos

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Primer plano de piel femenina con pecas con crema blanca

Primer plano de piel femenina con pecas con crema blanca

Artem Varnitsin

Ahora, si está nublado, lloviendo y es abril, y sales sin protección, no te vas a quemar ni va a pasar nada. ¿Tienes manchas? Pues sí, mejor póntela, porque incluso la claridad puede empeorar una mancha. En ese caso sí merece la pena. Si no tienes problemas, tampoco hay que exagerar. En Galicia esta semana con lluvia, igual no hace falta protección solar. 

Pero el mensaje general sigue siendo válido: protección solar, muy importante. Y una vez entendido eso, se pueden hacer excepciones según la situación. España es muy diversa. No es lo mismo Cádiz que San Sebastián. En Cádiz, igual sí necesitas protección solar casi todo el año. Por eso creo que el mensaje está bien, pero luego hay que matizarlo. Y en concreto, para personas con manchas, ante la duda, mejor protegerse. Es lo que más empeora las manchas: el sol.

¿Estas manchas son siempre inofensivas o pueden ser signo de algo más grave? ¿Cuándo tenemos que preocuparnos?

En sí mismas, son inofensivas. Son trastornos benignos de la piel. Ahora bien, en el caso de los lentigos solares, hay que saber distinguirlos de los lentigos melanoma, que sí son cancerígenos. A veces es muy evidente y lo vemos claramente, pero en otras ocasiones incluso los dermatólogos mandamos biopsiar una lesión porque no tenemos claro si es un lentigo o un melanoma. Otras veces, en cambio, vemos claramente que es una lesión maligna. 

Lo que se hereda es el tipo de piel. Si tus padres tienen una piel más morena con tendencia a mancharse, probablemente heredes ese tipo de piel, pero no la mancha como tal

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Entonces, en el caso de los lentigos, especialmente si se van a tratar con láser, que los quema, es fundamental tener claro el diagnóstico antes. Yo no dejaría que un lentigo lo eliminara, alguien que no tenga claro lo que está tratando. Si te eliminan un lentigo y luego resulta que era un melanoma, el diagnóstico posterior se complica mucho porque la lesión reaparece modificada, cuesta más diagnosticarla y puede empeorar su pronóstico. Así que sí, son benignas, pero hay que tener precaución al tratarlas y asegurarse del diagnóstico.

¿La genética puede influir en las manchas que van apareciendo?

Sí, puede haber influencia genética, pero no es el factor más determinante. Lo que se hereda es el tipo de piel. Si tus padres tienen una piel más morena con tendencia a mancharse, probablemente heredes ese tipo de piel, pero no la mancha como tal. Es decir, si tus padres son muy blancos, es probable que tú también lo seas. Si uno es negro y otro blanco, saldrá una piel mestiza. Cada tipo de piel tiene sus características y reacciona de una forma u otra. Lo que heredas es eso. Que tu madre tenga un lentigo en la punta de la nariz no significa que tú vayas a tenerlo ahí también. Tienes más riesgo si tienes una piel parecida y te da el sol.

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