El barrio de Ginza encadena altas torres de cristal que dejan crecer a los árboles en su interior. La naturaleza y los ciclos de la vida siguen rigiendo la cultura nipona a pesar de su sofisticado progreso. Uno de esos rascacielos, concebido por Ricardo Bofill, está cubierto por una retícula metálica de arabescos. Es el buque insignia de Shiseido, una palabra que según el libro de los oráculos chinos, el I Ching, significa “alabar las virtudes de la Tierra que nutren la nueva vida y aportan valor significativo”.
En el vestíbulo, geometrías impresas sobre suelo, muebles lacados de negro, y dos recepcionistas con uniforme rojo. La mano de Serge Lutens, quien fuera director artístico de la casa –que también produce sus perfumes- está latente. La atmósfera es gráfica, simple y sofisticada a la vez. Y, de nuevo los arabescos que, según Ayao Yamana, no significan tanto un mensaje sino “un elemento existencial que conduce a la dimensión espiritual de Sisheido”. Acaso porque lo bello implica un sentido oculto, un misterio. En Hiperión hallamos estas palabras: “¿No entiendes las melodías del destino? Sus disonancias significan lo mismo. Lo bello es lo que deja irradiar el ser a través del ente”.
En 1872 , el químico Arinobu (Yushin) Fukurara abrió una pequeña farmacia, ignorando lo lejos que llegaría aquella marca
Sobre esos mismos cimientos, en 1872 , el químico Arinobu (Yushin) Fukurara -que había sido jefe de farmacia de la Armada imperial japonesa- abrió una pequeña farmacia tras detectar que en su país faltaban medicamentos modernos y productos para el cuidado personal. Empezaba así una segunda vida, todavía ignorando lo lejos que llegaría aquella marca de nombre mágico, que acompañó con el dibujo de una camelia roja como símbolo.
En 1988 ya gozaba de prescripción, y lanzó una pasta de dientes, un auténtico lujo entonces, que hoy se conserva en la planta séptima del Shiseido Ginza Building. La historia de la casa se concentra en varias vitrinas, donde se exponen sus primeros hitos: la loción roja Eudermine, originales de las primeras publicidades, antiguos videos de las primeras mujeres modernas en calles de Tokio. Y por supuesto, el retrato de Arinobu, con levita y bombín. Era un hombre exquisito, hasta el punto que Frank Lloyd Wright diseñó su villa de vacaciones en Hakone.

El primer presidente de Shiseido, Sinzo Fukuhara, un esteta enamorado de Europa, que junto a sus hermanos creó la Sociedad Fotográfica japonesa
Lo sucedieron sus tres hijos, todos ellos fotógrafos, fundadores de la Sociedad Fotográfica japonesa. Encarnaban a la perfección a los mobo (modern boys), jóvenes sofisticados que frecuentaban el elegante distrito de Ginza y vestían a la europea. La foto de este reportaje muestra a uno de ellos, Shinzo Fukuhara, enfocando con la cámara. Podría estar captando una imagen de los Campos Elíseos en los años veinte, o tal vez los primeros helados y sorbetes que tanto le entusiasmaron y que importó hasta su farmacia de Tokio. En 1927, el mismo año en que Shinzo lanzó el perfume Hanatsubaki, se convirtió en el primer presidente de Shiseido.
En el mismo barrio se levanta también el centro de innovación global de la marca, con más de 1.200 investigadores que recorren el edificio, conscientes de que la belleza es una transformación constante. Fue inaugurado hace seis años, en busca de nuevas formulaciones que han dado con el gen de la belleza, CNN-2.

Ilustración de la Shiseido Art Gallery. En rojo destaca la camelia, el símbolo de la firma
“Colocar el sentimiento oriental en los conocimientos orientales”, ese es el espíritu que se siente entre el equipo de la Shiseido Art Gallery, fundada en 1919, dedicada al arte y al coleccionismo. Revisamos la obra del fotógrafo Bishin Jumonji, cuya obra se ha expuesto en el MoMA. Su investigación artística sobre el silencio y la calma que abarca la cultura budista incluye una serie de imágenes tomadas en el Kyakuden y el templo Daijo-Ji a gran escala.
Especialista en la técnica del fusuma-e, la decoración de biombos, Jumonji ha realizado varias camapañas publicitarias para Shiseido, así como series artísticas. Su interpretación del nuevo lanzamiento, Future Solution LX, exalta el poder de la naturaleza y recrea el pan de oro de los tejidos Hosso, creados para los templos, que también inspira el envase de la gama.

Biombo obra de Bishin Jumonji, inspirado en el templo budista de Daijo-Ji, a gran escala. El mensaje: 'La quietud, y algo que se mueve'
Presidida hoy por Masahiko Uotani, Shiseido se ha convertido en la empresa líder en investigación cosmética – reciben un premio cada treinta segundos- que impulsa la cultura de envejecer dignamente, aceptando lo relativo en lugar de buscar lo absoluto. Basta añadir -como recuerda a menudo Frans Reina, presidente de la firma en España- que tardaron 130 años en crear la primera crema antiarrugas. Filosofía del samurai.